Los alumnos de Cas Serres, elfos de la Navidad en el hospital de Ibiza

«Soy Samara, del colegio Cas Serres. Os veo todos los días porque vivo enfrente, en la puerta blanca. Deseo que te recuperes. Un beso gigante de toda la clase». Es la tarjeta que, ayer a primera hora de la mañana leyó, ilusionada, Cati Seguí, ingresada en la planta de Cirugía del Hospital Can Misses. Ella fue una de las primeras en recibir una de las cerca de 200 tarjetas navideñas que un año más, y ya van siete, han elaborado los alumnos del colegio Cas Serres. Un christmas en el que a las palabras las acompañan un sinfín de corazones, una pegatina amarilla de un osito que manda abrazos y un colorido dibujo de lo que parece ser la propia Samara, con mascarilla, entregando la tarjeta.

«Una iniciativa conjunta que ya se ha convertido en tradición y que, de alguna manera, marca el inicio de los actos navideños programados para estas entrañables fechas», explicaron desde el Hospital después de que los celadores Antonio Cruz y Francisco Faustino Ayala acudieran al centro a recoger las coloridas tarjetas, escritas y dibujadas en cartulinas rosas, amarillas, verdes, rojas, azules, moradas...

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Aunque son las supervisoras de cada planta de hospitalización las que entregan la mayoría de las tarjetas, de las primeras se encargan ellos mismos, que dan en mano a algunos de los ingresados en el hospital público de Ibiza. «Los pacientes reciben de esta manera una tradicional felicitación que alegra la estancia de estas personas y que, al mismo tiempo, hace ver a los más pequeños otras maneras de conectar y comunicarse distinta a las redes sociales», continúan desde la gerencia del Área de Salud pitiusa.

Además de Cati Seguí, en Cirugía otro de los primeros en recibir su felicitación fue su compañero de planta Vicente Serra, de 85 años. También se llevaron una sorpresa mañanera tres pacientes hospitalizados en la planta F de Medicina Interna: Carmen Roldán de 94 años, Pietro Sassara de 73 años y el centenario Juan Ribas, al que una enfermera leyó la tarjeta que segundos antes le habían entregado. Una cartulina amarilla, con enormes letras de diferentes colores y estampados en la que le recuerda que la Navidad viene bien cargada de alegrías.

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