El Consell de Ibiza se ha decidido a dar el paso para «solucionar definitivamente» los problemas que afectan al taxi, ahora con el servicio de GPS por la falta de reglamentación: la creación de un área de prestación conjunta en la isla. Aunque en la práctica el servicio del taxi ya funciona como un área de prestación conjunta, las competencias y decisiones dependen de cada uno de los cinco ayuntamientos de la isla.
Como la falta de regulación del GPS a nivel insular ha llegado a una situación límite, con la decisión del Ayuntamiento de Ibiza de que, en cumplimiento de la normativa, se corte el servicio a los taxistas de fuera del municipio, el vicepresidente segundo del Consell, Javier Torres, asegura que «hay que actuar». Ya lo hizo, destaca, a principios de 2020 cuando, a raíz también del problema del GPS de Vila, que «no se llegó a cerrar», se consensuó con los ayuntamientos y el sector una orden insular de carga y descarga del taxi, en la que se incluía la regulación del GPS único, cuya tramitación está «tardando mucho más de lo esperado».
Torres recuerda que en marzo de 2021 se envió al Govern balear el acuerdo alcanzado en Ibiza, pero hasta octubre no se obtuvo una respuesta, que, además, era en forma de «dudas». Se remitió luego al Consell Consultiu para que dictamine a qué institución le corresponde aprobar dicha orden y, cuando se preveía que la respuesta llegaría en dos meses, han pasado cuatro meses y aún no se sabe nada. «Me sabe mal haber confiado en que el Govern daría una repuesta rápida. Desconozco los motivos», afirma Torres.
Por ello, tal como ha avanzado este viernes a este diario, el Consell ha convocado el lunes una reunión con los cinco ayuntamientos para proponerles que cedan sus competencias en el taxi al Consell para crear el área de prestación conjunta y la aprobación de un reglamento insular, en el que, de todos modos, ya trabaja el Consell desde hace un tiempo, según Torres. Otras veces en las que se ha hablado de esta cuestión, la última en septiembre de 2020, los ayuntamientos manifestaron sus dudas y pusieron trabas a la cesión de sus competencias. Basta que tres ayuntamientos den el sí para que la propuesta salga adelante, aunque Torres afirma que «no quiere imponer nada, sino que haya un consenso». De hecho, afirma que "hay mil maneras de encajarlo" de modo, por ejemplo, que los ayuntamientos "mantengan sus ingresos" por la concesión de licencias, una cuestión a la que ninguno quiere renunciar.
