La iniciativa Carritos Solidarios se desactiva tras cumplir sus objetivos en Ibiza

Carritos Solidarios nació nada más percibirse los estragos que iba a causar la pandemia del covid, para «hacer de colchón y amortiguar el golpe en un momento de colapso», recuerda su fundador, Marco Martín. Un año y cuatro meses después, tras repartir un millón de kilos de alimentos y productos de primera necesidad, esta plataforma solidaria llega a su fin tras haberse encauzado esa función a través de sus canales habituales en la Administración o entidades como Cáritas o la Cruz Roja.

«Desde un principio, nuestro objetivo era desaparecer porque nos quedáramos sin clientes», reflexiona Martín. En todo este tiempo, los beneficiarios de Carritos Solidarios han sido una docena de entidades sociales que también habían tenido que ampliar su campo de actuación.

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Asociaciones como Apneef o Magna Pitiusa, dedicadas a la asistencia a personas con discapacidad, crearon su propio servicio de reparto de ayuda básica para las familias que pasaban por apuros en esos momentos tan críticos. También fue el caso de Asociación Madre Teresa, para madres y bebés en situación de vulnerabilidad, o de Médicos del Mundo, Fundación Adra, Food for Ibiza, Ibiza Food Bank o Equip Voluntari. Todas estas entidades han sido las beneficiarias de la labor de Carritos Solidarios, que coordinaba toda la labor de recogida, almacenaje y distribución de los productos.

Ayuda urgente

Además, en los momentos de mayor presión y de problemas de abastecimiento para Cáritas y Cruz Roja, también se les destinaron buena parte de los recursos. «Hubo un momento en que la gente que necesitaba ayuda urgente recibía cita al cabo de dos meses y allí aparecimos nosotros», recuerda Martín. «Estamos hablando incluso de gente que tenía salario fijo, pero que pasaban a hacerse cargo de la familia del hijo que perdía el trabajo y la casa de alquiler», detalla.

Aunque siga habiendo necesidad, hay menos demanda porque mucha gente ha recuperado el trabajo durante la temporada

Todos esos bancos de alimentos de urgencia de las asociaciones han ido desapareciendo y han recuperado plenamente su labor terapéutica o asistencial. «Por otra parte, aunque siga habiendo necesidad, hay menos demanda porque mucha gente ha recuperado el trabajo durante la temporada», precisa.

Así, desde hace un mes ya se han ido retirando los carritos para donar productos en la mayoría de los 70 supermercados que se sumaron a la iniciativa, por los que pasaron centenares de voluntarios para custodiarlos. «Entre todas las tareas, cerca de un millar de personas han colaborado en algún momento con todo el proyecto», destaca Martín.

Actividad con las donaciones

Esta plataforma solidaria aún no se diluye del todo. Una de sus entidades, Equip Voluntari, mantiene su banco de alimentos y un servicio de reparto para personas mayores o convalecientes. «Mientras sigan necesitando nuestra ayuda, allí estaremos». Así, los supermercados Spar mantienen los carros en sus establecimientos para esta entidad.

Por otra parte, la plataforma de donaciones de Ibiza Food Bank, que consiguió hasta 100.000 euros, aún cuenta con fondos que se destinarán a las necesidades de los beneficiarios de Equip Voluntari. «Además de alimentos, ahora que llega septiembre, toca ayudar con vales para la compra de material escolar», avanza Martín.

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