Los menores víctimas de abusos cuyas familias no son protectoras son tutelados por el Consell a través del Servicio de Protección de Menores, que les presta la asistencia, el tratamiento y los recursos que necesitan. «En el marco de la tutela se hacen todas las actuaciones necesarias», afirma la consellera de Bienestar Social, Carolina Escandell, que agrega que los menores en esta situación tienen «una problemática familiar, social, que hay que abordar» y que esto se hace como «los profesionales consideran y deciden».