El Servicio de Orientación Familiar del Ayuntamiento de Santa Eulària ha atendido a 127 familias, con 81 menores de 6 a 11 años y 31 adolescentes de 12 a 18 años, entre el 1 de abril y hasta el 30 de octubre.

Se trata de familias que se han visto obligadas a dejar a sus hijos con los abuelos para cumplir con sus trabajos y no exponerlos o que presentaban dudas de entendimiento con los padres de los menores sobre la protección de los niños en estas circunstancias.

«La emoción predominante es la angustia de separarse de sus hijos», indican y agregan que han trabajado con ellas la gestión de emociones. Se dieron pautas para que los adultos estuvieran tranquilos, se reforzó el pensamiento positivo, el autocontrol, la empatía y la resiliencia.

Se detectaron episodios de elevado estrés en niños más pequeños y momentos de tensión durante el confinamiento, siendo la hora de hacer los deberes una de las situaciones difíciles de gestionar. Además, hubo niños que presentaron más dificultad para entretenerse y jugar y echaban de menos a sus compañeros.

Entre los jóvenes, se vio que en el confinamiento muchos tendían a abusar de las redes sociales. «El uso de estas aplicaciones se ha incrementado notablemente», dicen.

Apoyo educativo

Asimismo, durante el estado de alarma se ayudó a niños que no tenían medios tecnológicos para seguir las clases de forma telemática para quienes se recogía el material de deberes en el colegio y se les llevaba a casa. En concreto se atendió a 58 familias.

En los meses de verano se gestionó la gratuidad y el seguimiento de 124 niños en las escuelas de verano municipales. Y desde el inicio del curso escolar el equipo de Servicios Sociales se coordina con los centros educativos de todo el municipio para atender las necesidades detectadas.

Por su parte, en el programa de educación alternativa con prácticas en empresa (Alter) atiende a ocho casos.