El Ayuntamiento de Sant Antoni sopesa la posibilidad de ampliar el próximo verano el horario de las terrazas de la zona del West End afectada por la llamada Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE), que condiciona el funcionamiento de los locales de ocio.

A finales de noviembre, el Consistorio aprobó una modificación de los horarios del área ZPAE que permite ampliar una hora el cierre de los bares y dos los cafés concierto durante el periodo de invierno, hasta el 31 de marzo. Este cambio se basa en el informe sonométrico de la empresa encargada del seguimiento del plan, iniciado en verano de 2018, para reducir la contaminación acústica de esta concurrida zona del centro de Sant Antoni.

El primer teniente de alcalde de Sant Antoni, Joan Torres, de Proposta per Eivissa (la coalición en la que participa el PI), explica que el resultado de las pruebas sonométricas practicadas por esta empresa concluye que, en verano, a partir de las tres de la madrugada, cuando se baja la persiana de los locales de ocio, se produce «un descenso radical» de las emisiones de ruido, por lo que es «muy complicado» ampliar la actividad.

Sin embargo, el informe señala que, con la retirada de las terrazas, a la medianoche, «no se produce una bajada significativa de las emisiones sonoras», lo que abre «la posibilidad» a que se pueda ampliar el horario de actividad de los bares en la zona exterior. «No está decidido. Se tiene que estudiar muy bien», puntualiza Torres.

Vigilancia en las terrazas

En el caso de que se ampliara el horario de las terrazas, el Consistorio, gobernado por un tripartito de centroderecha (PP, PxE y Cs), impondría «una serie de condiciones», como, por ejemplo, la obligación de que las terrazas y las puertas de entrada estén controladas por vigilancia privada. Para ampliar en invierno el horario de cierre también se han impuesto algunas condiciones: que los limitadores de sonido estén conectados con el Ayuntamiento, que las puertas de entrada estén controladas por una persona (para garantizar que estén cerradas) y, además, la presentación de un estudio sonométrico, explica Torres.

El primer teniente de alcalde insiste en que cualquier decisión sobre el horario de los establecimientos del West End se basará en los resultados de las pruebas sonométricas. «No podemos arriesgarnos a tomar decisiones si no están avaladas por el informe de los técnicos de la empresa especializada. Tampoco creo que lo hicieran los técnicos de Medio Ambiente del Ayuntamiento», indica.

El anterior equipo de gobierno, el tripartito de centroizquierda (PSOE, Reinicia y PI), aprobó en el pasado mandato la limitación horaria en la zona del West End, que «desde hace tiempo iba a la deriva», para «reducir la contaminación acústica». «Y se ha conseguido. Ahora no podemos dar marcha atrás. Un West descontrolado perjudica a la imagen de Sant Antoni y no lo podemos consentir. Entre todos, los propietarios y la Administración, tenemos que reconvertir el West en una zona normal y habitable», destaca.

Torres añade que «por encima de todo» está el descanso de los residentes. «Siempre que haya una familia con problemas de ruido actuaremos con contundencia. El tema del ruido no es negociable. Bajo ningún concepto puede salir ruido de ningún local. El aislamiento ha de ser total», subraya

En la madrugada del pasado domingo, la Policía Local clausuró temporalmente un local del West End por varias infracciones por exceso de ruido. Los agentes de la Unidad de Medio Ambiente (UMA) ya denunciaron a finales de noviembre a este local debido a las deficiencias acústicas detectadas en su vestíbulo al no garantizarse el cierre hermético de la puerta de entrada. Además, la Policía Local sospecha que se había manipulado el limitador de sonido para modificar a la baja los valores de las emisiones acústicas.

Sanción de 14.500 euros

La comisión de infracciones graves de este tipo puede suponer el pago de una multa desde 601 hasta 12.000 euros y la suspensión de la licencia de actividad musical por un periodo que puede oscilar entre un mes y un año, así como la clausura temporal, total o parcial, del establecimiento por un tiempo máximo de dos años.

En este caso, el Consistorio propone una sanción de 14.500 euros: 8.000 euros por la manipulación del limitador de sonido y 6.500 euros por las deficiencias que impiden el cierre de la puerta exterior. Además, se propone una sanción accesoria de seis meses de suspensión de la licencia de actividad musical.