El abogado de la familia de Nuria Ester Escalante, José María Costa, lamentó ayer que la investigación del caso de la desaparición de la mujer «va muy lenta por una falta de recursos materiales» y así las cosas «están mal». En declaraciones a Europa Press, Costa recordó que han denunciado esta situación en distintas ocasiones y que siguen a la espera de nuevas actuaciones que, posiblemente, serán reactivadas e intensificadas ahora que ha finalizado el verano.

Costa ha solicitado que se haga cargo de la investigación la Unidad Central de la Guardia Civil por «la falta de recursos de Ibiza», aunque la petición se ha desestimado y se desconoce «quién es el responsable de esta decisión equivocada». A juicio de Costa, «no es comprensible» que en otros casos de desapariciones sí haya habido una intervención más importante de la Unidad Central. En el aniversario de la desaparición de Escalante, Costa recordó que la familia únicamente pide que se profundice en la investigación para, como mínimo, recuperar el cuerpo.

Acerca del recurso que presentaron y que fue rechazado contra la decisión judicial de dejar en libertad al principal sospechoso, Costa comentó que el juez «acertó después de ver lo rápido que va la investigación», ya que «no se puede tener un año a una persona en prisión sin que haya una investigación». «Es absurdo estar hablando de pedir una cárcel provisional cuando se ve cómo funciona la actividad policial», dijo Costa.

Ayer se cumplió un año de la desaparición de Escalante, que fue vista por última vez caminando por el paseo de s'Arenal de Sant Antoni en compañía de un hombre, el principal sospechoso de la desaparición. Esta persona, un hombre de nacionalidad polaca, quedó en libertad provisional tras pasar unos cuatro meses en prisión.

También fueron detenidos otras cuatro hombres que, igualmente, quedaron en libertad provisional. Costa recurrió la puesta en libertad del principal sospechoso de la desaparición de Escalante, cuyo cuerpo fue buscado en numerosas zonas de Sant Antoni, desde casas abandonadas hasta pozos o torrentes. La Guardia Civil también buscó en el vertedero de la isla, siempre sin resultado.

El juez consideró que las pruebas pendientes de realizarse en la instrucción del caso, como un duplicado de la tarjeta SIM del móvil de la mujer, podrían alargarse «demasiado» como para mantener en prisión a una persona sin tener pruebas condenatorias.

Además, las defensas de los implicados en el caso recordaron que no se habían hallado restos del perfil genético de Escalante ni en la casa del polaco ni en las del os otros detenidos.

Tampoco las imágenes de las cámaras de seguridad de Sant Antoni lograron demostrar si el sospechoso trasladó en un carro de supermercado el cuerpo de la mujer en la noche de su desaparición. El hombre dijo que lo que llevaba el carrito era un motor de barco que había robado él mismo.

Escalante había llegado a la isla unos días antes de su desaparición para buscar trabajo. Sus pertenencias fueron encontradas en la casa de un okupa en Sant Antoni en la que se cree que se alojó la mujer.