Diez acusaciones particulares, que representan a 25 empresas privadas y al Govern balear, reclaman a la compañía aseguradora y a la empresa propietaria del buque mercante 'Don Pedro', hundido hace más de diez años en es Daus, frente a la bocana del puerto de Eivissa, más de 2,2 millones de euros por los daños causados por el naufragio.

La vista oral por el hundimiento del Don Pedro lo celebrará a partir del lunes la titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano. La cita es las 9.45 horas. El juzgado ha previsto que el juicio dure cinco días, de lunes a viernes.

Aunque el ministerio público pide el sobreseimiento provisional de la causa contra los dos acusados que se sentarán en el banquillo, que son el capitán y el segundo oficial del barco, son diez las acusaciones particulares las que reclaman por daño a la compañía aseguradora Britannia, como responsable civil directa, y a Lerma Siorel, dueña del barco, como responsable civil subsidiara.

Las diez acusaciones particulares -en un principio eran once, pero finalmente el Ayuntamiento de Santa Eulària se retiró- representan a 25 empresas, desde hoteles a compañías de transportes propietarias de los camiones que transportaba el buque y que se hundieron con él, y al Govern balear.

El Ejecutivo autonómico reclama a las compañías aseguradoras 425.156 euros «por los gastos que soportó a consecuencia del accidente (...) con el fin de evitar la contaminación derivada del escape de fuel». Otra de las acusaciones particulares, que representa a varias empresas hoteleras, entre ellas Fiesta Hoteles, reclama en total 250.647,32 euros por los «daños y perjuicios», como «cancelaciones de estancias como consecuencia del incidente».

En las bodegas del barco

Varias empresas de transportes piden cantidades que superan los 50.000 euros por los vehículos que había en las bodegas del 'Don Pedro' y una de ellas, Agrupación Ibiza S.A., reclama que se tase las plataformas y semi remolques portacontenedores que se hundieron en el naufragio. Algunas de las compañías representadas por las acusaciones particulares son empresas turísticas, entre ellos varios restaurantes, que vieron disminuida su actividad debido al derrame de fuel que obligó a cerrar temporalmente las playas de Talamanca y ses Figueretes. Estas 25 empresas no son las únicas que reclaman por el perjuicio económico causado por el naufragio. Otras compañías ya hicieron lo propio a través de la justicia civil, destacaron ayer fuentes jurídicas. «Estas otras empresas han optado por la vía Penal, que es mucho más lenta», señalaron las fuentes.

En todos los escritos de acusación se recuerda que el 'Don Pedro' de la naviera Iscomar, se hundió el 11 de julio de 2007 tras colisionar contra es Daus al salir del puerto de Ibiza. Según el escrito del ministerio público, el vertido de combustible que ocasionó el naufragio no originó daños en el medio ambiente. En cuanto a la causa del hundimiento, el ministerio público señala que el accidente se debió a «un fallo humano» que pudo obedecer a varios factores.

«No hay constancia de que aparecieran peces o aves muertas o con efectos de contaminación, ni de que las praderas de posidonia se vieran afectadas», señala el representante del ministerio fiscal en el escrito que remitió en 2014 al Juzgado de Instrucción número 2 de Eivissa y en el que pide el sobreseimiento provisional de las actuaciones abiertas contra el capitán del carguero y el segundo oficial.

Esa noche en el buque viajaban 18 tripulantes y dos pasajeros. En la bodega había un camión, plataformas vacías y varios contenedores.

Sobre las 2.45 horas el carguero, que zarpaba de Ibiza hacia Valencia, chocó contra «el fondo rocoso que une, con cierta discontinuidad» es Daus. El impacto abrió una vía de agua en la zona de la aleta de babor y, pese a ser socorrido, a las 4.05 horas se hundió a 42 metros de profundidad.

«Si bien no hubo que lamentar ninguna desgracia personal, a consecuencia del hundimiento se vertió al medio marino el contenido de los tanques de combustible que almacenaban unas 150 toneladas de fuel y gasoil», relata el escrito del fiscal.

«Cuando ocurrieron los hechos la visibilidad, el estado del mar y las condiciones climáticas eran buenas por lo que, descartado un fallo mecánico, el hundimiento se produjo por un fallo humano achacable al capitán y al segundo oficial del buque», sostiene Fiscalía.