Desmontan los quioscos de playa de Formentera ante la nueva concesión

El Consell tiene el informe de la UIB pero no ha decidido si anula o no el polémico concurso

Deben estar desmontados antes del 26 de noviembre

Los ocho quioscos de playa de Formentera han empezado a desmontar sus instalaciones, tal y como exige la dirección general de Costas y el propio Consell de Formentera que convocó en 2021 un nuevo concurso del que salieron mejor valoradas otras empresas que las que en los últimos años han sido titulares de esos establecimientos.

La inexorable realidad de la Administración parece que ha hecho entender a los afectados que esas instalaciones situadas en suelo de dominio público, son autorizaciones temporales y no son negocios propios, por mucho que sus titulares se empeñen en demostrarlo.

Con esa presión y ayudados por sus fieles clientes consiguieron alargar un año más su desmantelamiento, tras la protesta interesada que tuvo lugar el 14 abril de 2022, en la plaza de la Constitució de Sant Francesc, y que tenía por lema «evitar la muerte de los chiringuitos tradicionales». Como si ese supuesto modelo siguiera vigente cuando se agotó a finales de los años noventa del siglo pasado.

Desde entonces han sido negocios que aplicaban precios que no eran tradicionales sino que se parecían más a los de un ‘beach club’, salvo honrosas excepciones. La paradoja estaba en que los titulares que ahora desmontan defendían un modelo tradicional que ellos mismo no aplicaban. Una presión que provocó que el entonces equipo de gobierno de GxF-PSOE alargara su final durante una temporada más.

La manifestación

El 14 de abril de 2022 para defender «el llamado modelo tradicional» de los quioscos de Formentera se concentraron en la plaza de la Constitució los entonces titulares de los quioscos, arropados por numerosos clientes y vecinos. Incluso por los consellers de GxF, algo que nadie entendió en ese momento y que descubrió las fisuras entre el PSOE y GxF, que gobernaban entonces el Consell.

Desmontan los quioscos de playa de Formentera ante la nueva concesión

El quiosco del Pirata bus, en Migjorn, en el momento en que se desmonta. / Gerardo Ferrero

Esa protesta, en la plaza de la Constitució, convocada para defender el llamado «modelo tradicional» de los quioscos, solo defendía los intereses de los anteriores titulares dejando sin opción a respuesta a los que legítimamente habían sido mejor valorados por la mesa de contratación del concurso. Los consellers de Sa Unió, entonces en la oposición, también asistieron a esa concentración para apoyar ese modelo de quiosco.

Desde ese momento la situación se fue alargando hasta que hace pocos días, el 23 de octubre de este año, el ahora presidente del Consell, Llorenç Córdoba, que entonces se manifestó junto a sus compañeros a favor los supuestos perjudicados, comunicó a los afectados que las autorizaciones administrativas de los ocho quioscos de playa y una escuela de vela, debían estar desmontadas antes del próximo 26 de noviembre. El motivo es que la Demarcación de Costas entiende que las autorizaciones están «extinguidas para todas las instalaciones contempladas en el objeto de la concesión».

La justificación de la demora para tomar una decisión por parte del equipo de gobierno de Sa Unió era la de estar pendiente de un informe de la UIB. El Consell tiene ese informe desde el 23 de octubre y aún no ha tomado una decisión sobre el futuro de los quioscos.

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