Un árbitro de 16 años suspende un partido en Ibiza ante los graves insultos de aficionados violentos

Hubo intentos de agresión y tuvieron que acudir agentes de Policía y Guardia Civil

Imagen del anexo del acta arbitral

Imagen del anexo del acta arbitral / D.I.

Rubén J. Palomo

Rubén J. Palomo

Los campos de fútbol de la isla volvieron a ser testigos el pasado fin de semana de un lamentable episodio de violencia que afectó a un joven colegiado ibicenco, menor de edad, y que erosiona la imagen de un deporte que sigue sin escapar a conductas que suponen un lastre para la sociedad y un pésimo ejemplo para los jóvenes.

Los hechos por los que tuvo que activarse el Protocolo Antiviolencia de la Federació de Futbol de les Illes Balears, presentado recientemente, y que requirieron presencia policial en el recinto deportivo, transcurrieron el pasado sábado durante un partido de categoría infantil preferente que enfrentaba a la Peña Deportiva y al Portmany en el campo municipal de fútbol de Santa Eulària.

Según han denunciado a Diario de Ibiza varios testigos presenciales, y tal y como refleja el árbitro Víctor Torres Bustos en el anexo del acta del encuentro, con el partido resuelto por 0-3 para el Portmany el colegiado no decretó un penalti favorable a dicho equipo, a dos minutos del final, lo que provocó una desagradable lluvia de insultos e improperios desde la grada del campo hacia el colegiado, de apenas 16 años de edad.

"Eres un hijo de puta", "payaso"

«Eres un hijo de puta», «eres un inútil», «payaso» o «búscate otro trabajo» fueron algunas de las expresiones que gritaron aficionados del Portmany «a viva voz desde la grada» contra el colegiado. Después de que el delegado de campo activase el Protocolo Antiviolencia, aficionados del equipo de Sant Antoni «iniciaron una discusión verbal» con seguidores del conjunto local «debido a la exaltación y la actitud alterada» de los primeros, según relata el árbitro del partido, que añade que «un aficionado del Portmany se abalanzó sobre otro del Santa Eulària, siendo este último menor de edad, intentando propinarse puñetazos y sujetándose la ropa entre sí».

Otras personas allí presentes evitaron que se consumasen las agresiones, subraya, pero informa el joven trencilla en su escrito de que se creó «un tumulto en el que participaron colectivamente unos 40 aficionados de ambos conjuntos».

«Viendo la gravedad de los hechos y considerando el peligro que suponía continuar el encuentro –prosigue el colegiado– decidí decretar su suspensión».

Temió por su integridad

El tumulto tardó en disolverse unos dos minutos, apunta el anexo del acta, donde el árbitro cadete añade que tras ordenar a los jugadores que se introdujesen en los vestuarios, solicitó al delegado del campo municipal «que requiera la fuerza pública, personándose en las instalaciones cuatro efectivos de la Policía Local y dos efectivos de la Guardia Civil, a fin de identificar a los agresores y desalojar el recinto» para que él mismo lo pudiera abandonar «de manera segura, al temer por [su] integridad física debido a las actitudes exaltadas y agresivas de los aficionados del Portmany», concluye.