Fútbol - Segunda

La UD Ibiza busca plasmar su madurez en Anoeta ante los cachorros de la Real

Kevin Appin y Escobar, las únicas bajas

Imagen del once titular de la UD Ibiza, el pasado jueves frente al Tenerife. | VICENT MARÍ

Imagen del once titular de la UD Ibiza, el pasado jueves frente al Tenerife. | VICENT MARÍ / RUBÉN J.PALOMO. eivissa

Rubén J. Palomo

Rubén J. Palomo

El mítico estadio de Anoeta, rebautizado ahora como Reale Arena, examina esta noche la madurez de la UD Ibiza frente a los cachorros de Xabi Alonso en un partido en el que los celestes persiguen prolongar las buenas sensaciones a nivel defensivo y encadenar su tercera victoria en las cuatro últimas jornadas (21 horas).

El punto arañado en el último encuentro intersemanal como local ante el CD Tenerife (0-0) ha incrementado la fe del plantel ibicenco, que parece haber superado la crisis anímica que le indujo encadenar tres derrotas consecutivas con dos victorias fundamentales ante virtuales rivales por eludir el descenso.

Además, los ibicencos suman ya cuatro jornadas con la portería a cero, algo que para Carcedo es sumamente importante para mantenerse en la categoría.

Es previsible que el técnico riojano haga pocas rotaciones ante los buenos resultados obtenidos en los dos últimos partidos, donde ha repetido alineación casi milimétrica, una decisión que ha fortalecido la solvencia defensiva aunque siguen las dificultades y jugadas erráticas a la hora del ataque.

Los ibicencos, que presentan la baja de Kevin Appin por enfermedad y la de Gonzalo Escobar por asuntos burocráticos, buscan ante el Real Sociedad B cosechar el máximo botín a sabiendas que en la próxima jornada recibirán al líder de la clasificación, el Almería. Para imponerse al único filial de la competición, los celestes intentarán poner en práctica los automatismos que mejor les funciona: jugar desde atrás e intentar tener la posesión del balón, buscando la verticalidad y el buen estado de forma de hombres de ataque como Sergio Castel.

La UD Ibiza cuenta además con antecedentes muy favorables cuando se enfrenta a filiales. La temporada pasada, con un equipo muy similar al actual, logró siete victorias en ocho enfrentamientos ante este tipo de equipos dotados de tanta calidad y talento como inexperiencia y fragilidad defensiva.

Está siendo también el caso de la Real B, que encajó en Málaga su tercera derrota en los últimos cuatro partidos, y que está obligada a reaccionar pues no consigue plasmar en resultados su buen nivel competitivo. Y es que, aunque rara vez es inferior a sus rivales, tiene pocos puntos (cinco menos que la UD Ibiza) y ha vuelto a meterse en plazas de descenso, con las que ha coqueteado en otra oportunidad esta temporada.

De nuevo las necesidades del primer equipo condicionan la convocatoria de Xabi Alonso, que no ha podido contar habitualmente con jugadores tan importantes como Julen Lobete, nuevo internacional sub-21, Beñat Turrientes, su cerebro en el medio campo, y puntualmente con otros efectivos como Nais Djouahra, Romero o Valera, lo que limita mucho las rotaciones del técnico guipuzcoano.

El filial txuriurdin tiene también otras bajas por lesión, no puede contar desde principio de temporada con Álex Sola, perdió hace dos semanas al defensa Ezkurdia y es seria duda el central Arambarri, sustituido en los primeros minutos del encuentro en La Rosaleda (2-1) este jueves.

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