Novela por entregas

Los secretos de la saga 'Blackwater', la adicción literaria del momento

Los tres primeros volúmenes de los seis de que consta la obra del fallecido Michael McDowell llevan vendidos 50.000 ejemplares en seis semanas

El escaparate de la librería Gigamesh, este martes.

El escaparate de la librería Gigamesh, este martes. / ELISENDA PONS

Ramón Vendrell

Este miércoles llega a las librerías 'La guerra', el cuarto de los seis volúmenes de que consta la saga 'Blackwater', de Michael McDowell. Los tres primeros, 'La riada', 'El dique' y 'La casa', están entre los diez libros de ficción más vendidos en Catalunya, tanto en castellano como en catalán, según las últimas clasificaciones del Gremi d'Editors, correspondientes a la semana del 4 al 10 de marzo. En conjunto, han despachado 50.000 ejemplares en ambos idiomas en seis semanas, informa la editorial Blackie Books, que publica las entregas de la obra quincenalmente.

No está mal para un novela por entregas editada originalmente en Estados Unidos en 1983 y escrita por un autor fallecido en 1999 y del que solo se ha publicado en España 'Voces del silencio' (2007), obra que dejó inconclusa a su muerte y que completó Tabitha King, la esposa de Stephen King. En los últimos años la editorial argentina La Bestia Equilátera ha sacado las novelas de McDowell 'Los elementales' (2017), 'Agujas doradas' (2021) y 'Katie' (2023).

No hay que ser Nostradamus para vaticinar que el fenómeno 'Blackwater' irá a más y acertar, de modo que vamos a analizarlo.

La génesis

Fue la editorial independiente francesa Monsieur Toussaint Louverture, con sede en Cenon, en el área de Burdeos, la que desenterró el tesoro. Hasta el nombre de la editorial es indicado: hace referencia a François Dominique Toussaint Louverture (1743-1803), cabecilla de la revolución de Haití contra Francia y pionero de la lucha contra la esclavitud, en la que nació. 'Blackwater' transcurre a lo largo de 50 años, desde 1919, en Perdido, un pueblo ficticio del estado de Alabama, territorio que formó parte de la colonia francesa de Luisiana. La herencia francesa, en forma de refinamiento de los ricos, y de la esclavitud, en forma de negros que los cuidan, forma parte de la atmósfera del ciclo.

Monsieur Toussaint Louverture dio el chivatazo a Blackie Books. "Somos amigos desde hace tiempo y solemos intercambiar ideas", dice Jan Martí, editor de Blackie. El sello francés publicó quincenalmente los seis episodios de 'Blackwater' entre abril y junio de 2022. En diciembre de ese año había vendido 675.000 ejemplares y en mayo de 2023, 800.000. Blackie compró los derechos antes del bombazo. "Después, no nos lo habríamos podido permitir", señala Martí.

Las portadas de 'La riada', 'El dique', 'La casa' y 'La guerra', que sale este miércoles.

Las portadas de 'La riada', 'El dique', 'La casa' y 'La guerra', que sale este miércoles. / BLACKIE BOOKS

La estrategia

Michael McDowell exigió y consiguió que Avon Books editara 'Blackwater' en seis entregas mensuales. Monsieur Toussaint Louverture respetó la seriación, pero acortó el intervalo de publicación a quincenal. Lo mismo ha hecho Blackie. "Los tiempos se han acelerado desde 1983", dice Martí.

El esfuerzo promocional de la editorial barcelonesa se centró en los libreros. Nada de mandar unos cuantos resúmenes de la obra, galeradas y ediciones no venales. Blackie envío "2.000 o 3.000" ejemplares fetén de 'La riada' a propietarios y empleados de librerías de toda España. La sorpresa fue que no pocos les pidieron la segunda entrega, para consumo propio. Todo indicaba que tenían mandanga de la buena entre manos. El sello se volcó en explicar el proyecto a los libreros, poniendo el acento en su "calidad literaria" y su "fuerza adictiva", factores que hacen que se consuma "como una serie de HBO", en palabras de Martí. En recompensa, algunas librerías tienen escaparates dedicados a 'Blackwater'.

Las portadas

La casa francesa encargó las portadas de 'Blackwater' al ilustrador comercial Pedro Oyarbide, del que conocía sus barajas de póquer para marcas internacionales. Oyarbide, madrileño de 35 años, tuvo la suerte de poder leer los libros antes de ponerse a trabajar. "No es tan habitual, por lo que me han contado", indica. La lectura le permitió llenar las tapas de "detalles" de cada entrega. El artista, cuya obra se caracteriza por el 'horror vacui', se inspiró en las cubiertas de la época victoriana. Para los muy cafeteros: las técnicas de impresión empleadas son el 'foil' para el efecto metalizado y el golpe en seco para el ligero relieve. "Sin fliparme, creo que las portadas contribuyen bastante al éxito de 'Blackwater'", dice Oyarbide, y no se lo vamos a discutir.

Blackie utiliza las carátulas de la edición francesa, igual que Neri Pozza en Italia. No así Festa Verlag en Alemania. "La idea es que sean los libros más bonitos de la sección de libros de bolsillo", según Martí.

Michael McDowell.

Michael McDowell. / ARCHIVO

La obra

Un curso de escritura creativa en el que te dieran 'Blackwater' y te dijeran: "Lo lees tres veces. La primera para disfrutarlo y las otras dos para destriparlo. Adiós", no sería un mal curso de escritura creativa. La artesanía narrativa de McDowell es siempre esbelta y eficaz, y a menudo brillante a su manera directa. Especialmente en la construcción de personajes (la matriarca Mary-Love Caskey y Elinor, su nuera y su némesis, ya son inmortales, pero hasta el último de la fila tiene relieve) y en los diálogos. 'Blackwater' ofrece mucho: una familia que es como un cable de alta tensión, costumbrismo social y doméstico, naturaleza amenazante, terror sobrenatural, terror 'gore' que el autor sirve con frío detallismo... "Es literatura popular con la ele y la pe mayúsculas", resume Martí. ¿De qué va? Es como un 'Falcon Crest' maderero, junto a un río ominoso (bueno, dos ríos ominosos, pero sobre todo uno) y con serpientes venenosas (de cascabel, crótalos, mocasines de agua) por todos lados, no en balde son un fetiche del gótico sureño y de su descendiente bestia la 'grit lit'.

El autor

Michael McDowell (Enterprise, 1950-Boston, 1999) escribió decenas de novelas de género, unas con su nombre y otras con los seudónimos Axel Young, Nathan Aldyne, Preston Macadam y Mike McCray. Participó asimismo en la escritura de 'Beetlejuice' y 'Pesadilla antes de Navidad', ambas de Tim Burton, entre otras películas, y fue guionista de episodios de series antológicas como 'Amazing stories' (creada por Steven Spielberg), 'Tales from the darkside' (creada por George A. Romero) o 'Tales from the crypt' (creada por William Gaines y Steven Dodd). Stephen King es su fan número uno y Mariana Enríquez se convirtió en evangelista del escritor tras descubrirlo en las ediciones de La Bestia Equilátera (recuerden que en Argentina van por delante en el rescate de McDowell).

El autor coleccionaba 'memorabilia' mortuoria, desde fotografías 'post mortem' y de espíritus de la era victoriana hasta recordatorios y kits de maquillaje de cadáveres. La colección fue adquirida por la Northwestern University de Evanston (Illinolis) tras el fallecimiento de McDowell.

El escaparate de Casa Blackie.

El escaparate de Casa Blackie. / ELISENDA PONS

Los fans

Blackie tiene en marcha dos clubs de lectura sobre 'Blackwater'. "Llama la atención la diversidad de los participantes -dice Patri di Filippo, coordinadora de uno-. Hay personas desde los veintipocos hasta los 60; hay fans de las sagas de terror y gente a la que no le gusta el terror. Creo que es un buen reflejo del amplio público al que apela 'Blackwater'". Añade Di Filippo: "Es un club muy divertido. Me recuerda a lo que pasaba con 'Perdidos', con todo el mundo comentando y comentando y haciendo teorías loquísimas".

Otro tanto sucede en las redes sociales, incluida la juvenil TikTok.

El futuro

Monsieur Toussaint Louverture puso en marcha tras el estallido de 'Blackwater' la Biblioteca Michael McDowell, en la que de momento ha recuperado otros cinco títulos del escritor. También es la intención de Blackie "profundizar" en el autor, pero aún le falta el sí definitivo en la negociación de los derechos.

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