Música

Paulina Rubio, una diva como las de antes

A sus 52 años, la cantante, que empezó su trayectoria cuando tenía apenas diez en la banda Timbiriche, ha pasado en los últimos tiempos por trances difíciles

Paulina Rubio.

Paulina Rubio.

Natalia Araguás

Con más de 40 años de carrera musical a sus espaldas, Paulina Rubio (Ciudad de México, 1971) se reivindica como una diva –“me lo he ganado”, declaró en última promoción– y ejerce como tal. Una diva a la vieja usanza, de las que no siempre presentan un comportamiento ni unas analíticas para enmarcar pero a cambio celebran sonados conciertos, como hizo la Fiestas del Orgullo LGTBIQ+, bajo una capa de tul con los colores del arcoíris, donde recibió el premio honorífico Mr Gay España por el apoyo al colectivo a lo largo de toda su carrera. La chica dorada volverá a actuar como cabeza de cartel en el concierto del Pride BCN que se celebra el próximo sábado. Lo dará todo ante un público que nunca tuvo musas de perfil bajo, honrada según confiesa de que la imiten con peluca rubia y zapatones.  

A sus 52 años, la cantante, que empezó su trayectoria cuando tenía apenas diez en la banda Timbiriche, ha pasado en los últimos tiempos por trances difíciles. Entre ellos, destaca la muerte el verano pasado de su madre, la actriz Susana Dosamantes, una mujer fuerte a la que siempre tomó como ejemplo y cuya pérdida aún no ha superado. Paulina Rubio tampoco llevó bien el confinamiento, según quedó patente en una viral actuación desde su casa de Miami que comenzó con la errada frase “Me uno a esta causa. Yo me quedo en causa” y no mejoró al equivocarse incluso con la letra y la melodía de sus canciones. Tras la pandemia, Paulina Rubio emergió con un nuevo disco, 'No es mi culpa', un tema discotequero en el que reivindica las noches de fiesta, tequila y rock and roll. Pero la promoción del disco también dio que hablar, con comentadas entrevistas como la que protagonizó en Antena 3 junto con Sonsoles Ónega: se presentó con un ostensible retraso, poniendo pegas a la microfonista en el plató –“no me lo pongas ahí porque el micro es más pesado que la camisa, me vas a ver la tetilla”– y tuvo llamativos lapsus, como decir que acababa de hablar “con su hermanita” Rocío Jurado cuando en realidad se refería a su hija, Rocío Carrasco.

Una piedra en el camino

Igualmente polémica resultó su reciente entrevista con Eva Soriano, en la que la cantante, acorazada tras unas gafas de sol como acostumbra, emplazó a la humorista a limpiarle el culo. Según trascendió luego, le habría molestado que Eva Soriano bromease con que “el trocito de España” que se había llevado, en vez del hijo que tuvo con Colate Vallejo-Nágera, fuera “una piedra del Teide”. La cantante entendió que era una alusión velada aquellas imágenes suyas que se publicaron el verano pasado haciendo las necesidades en la playa y limpiándose con una piedra, de ahí su salida de tono. 

Paulina Rubio sigue siendo la misma que se dio a conocer en España en los primeros años de los 2000 con hits tan bailables como 'Y yo sigo aquí' o 'Lo haré por ti', mientras su relación con Ricardo Bofill Jr copaba la prensa rosa. O por lo menos lo parece: no renuncia a sus inconfundibles ondas rubias ni a la minifalda como prenda fetiche. Además de diva, en los últimos tiempos se reivindica en su faceta de madre de Nico y Eros, este último hijo del cantante mexicano Gerardo Bazúa. De hecho, le gustaría producir una serie para que sus fans la conozcan en todas sus dimensiones. Sobre los padres de sus hijos, prefiere no decir ni una sola palabra, como reza una de sus canciones. Afortunada en su carrera musical, no lo ha sido tanto en sus relaciones.  

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