Victoria insuficiente y agridulce

El PP volvió a imponerse en las urnas del 23J aunque perdió el Senado en favor de la coalición del bloque de izquierda

El Partido Popular reunió a militantes y simpatizantes en el Centro Cultural de Jesús. | VICENT MARÍ

El Partido Popular reunió a militantes y simpatizantes en el Centro Cultural de Jesús. | VICENT MARÍ

Los comicios generales del 23 de julio constataron la mejoría del PSOE, tras la debacle del mes de mayo, cuando perdió todas las instituciones, y consiguió un diputado en el Congreso. La izquierda, coalición mediante, también logró el cargo de senador, dejando a Miquel Jerez fuera de la jugada.

A grandes rasgos, el PP volvió a vencer, dejando a los socialistas como segunda fuerza política, aunque en esa noche la victoria tenía sabor agridulce ya que el líder Alberto Nuñez Feijóo no lograba los apoyos necesarios para gobernar.

El PSOE, por su parte, celebró la mejoría de resultados en comparación con los comicios de mayo, el ascenso de Milena Herrera como diputada y la sorpresa de arrebatar el Senado.

Los comicios generales corroboraron también la desaparición de Ciudadanos y relegaron a cuarta opción política a Vox, mitigando el avance que se registró en las municipales.

José Vicente Marí Bosó (PP), Milena Herrera (PSOE) y Juanjo Ferrer (candidato de la coalición de izquierda) fueron los nombres de los vencedores de la noche electoral con un PP que obtuvo el 39,3% de los votos frente al 31,6% conseguido por el PSOE, en lo que al Congreso respecta.

En cuanto al Senado, el candidato de la coalición de izquierdas dio la gran sorpresa y se erigió con el 45,35% de los votos, frente a un Miquel Jerez que obtuvo el 40,42% y unos 3.000 menos que el candidato de la izquierda. Más tarde, el pleno del Parlament elegiría a Jerez como senador por designación autonómica por el PP, mientras que el PSOE hacía lo propio con José Hila, secretario general de la formación en Palma.

Hasta llegar a la noche de los comicios, la campaña electoral dejó algunas sorpresas en un bando y en otro. En el PP, José Vicente Marí Bosó se convertía en el primer ibicenco de la historia en encabezar la lista balear de los conservadores al Congreso. De esta manera, el partido premiaba al ibicenco por su trayectoria como presidente de los populares ibicencos en los últimos años y a la formación por las mayorías absolutas obtenidas en los comicios locales.

En las filas socialistas, la eterna diputada Sofía Hernanz daba un paso -obligado- al lado, tras ocupar el cargo durante doce años y encabezar hasta en cinco ocasiones la lista ibicenca al Congreso.

Aunque su intención era repetir una cuarta legislatura, y a pesar de que el reglamento de los estatutos nacionales del partido lo impedían, fue el resultado de un proceso interno del partido el que finalmente la retiró al ser la menos votada entre las agrupaciones socialistas de la isla.

Herrera, que había quedado fuera de la partida en las elecciones autonómicas al ir de número 5 en la lista al Parlament [los socialistas perdieron un escaño y se quedaron con cuatro], y tras desbancar a Hernanz, se coló en el número 3 de la lista al Congreso por detrás de Francina Armengol, ahora presidenta del Congreso de los Diputados, y de Pepe Mercadal, puesto reservado para Menorca.

Pero sin ninguna duda fue Juanjo Ferrer el invitado no esperado a la fiesta de la noche electoral tras repetir el éxito de sus antecesores Pilar Costa, en 1996, y Pere Torres Casetes, en 2008, quienes también fueron senadores con la unión de la izquierda.

De hecho, desde hacía 15 años, cuando Casetes, al frente de la coalición ‘Ibiza i Formentera al Senat’, se impuso al hasta entonces invencible Antoni Marí Carraca (PP), los progresistas habían optado por ir cada uno por su lado con la consiguiente pérdida del escaño.

Como independiente, Ferrer [dejó de militar en El Pi en 2017, después de dejar también su cargo de concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Sant Antoni] logró el consenso de todas las formaciones progresistas en activo: PSOE, Sumar (Esquerra Unida y Podemos) y Ara Ibiza.

La tercera fuerza en las Pitiusas fue Sumar Més con un 13,8%, sin lograr atraer a la totalidad de los votantes de Podemos de hace cuatro años. Vox resultó la cuarta fuerza más votada, aunque perdió en el camino un total de 400 votos con respecto a 2019.

En Formentera, muy al contrario de lo que sucedió en mayo, el bloque de los partidos progresistas [PSOE y Sumar Més] sacó 150 sufragios más que el PP, mientras que la candidatura de Juanjo Ferrer superó con creces los resultados de los candidatos del bloque conservador.

La participación en la cita electoral del 23J aumentó hasta un 58,38% en Ibiza y un 59,35% en Formentera, frente al 54,96% y 49,07% registrada en 2019, respectivamente.