Especial 130 años Diario de Ibiza - Llorenç Córdoba Marí, Presidente del Consell Insular de Formentera

El momento es ahora

| JOSÉ A. ARRIBAS

| JOSÉ A. ARRIBAS / presidente del consell insular de formenteralLorenÇ córdoba marí

Presidente del Consell insular de Formentera

Para mí como ciudadano de Formentera antes que presidente del Consell insular, es ante todo una responsabilidad y un reto conseguir devolver a nuestra isla, la de todos, la dignidad que merece y que parecía haber perdido entre una amalgama de burocracia y trabas varias que los ciudadanos observaban desde la distancia. Como si la Administración no fuera también de ellos. Reto. Esa sería la constante en mi gobierno. Un reto es para mí y en este caso, lejos de otras acepciones, un objetivo o empeño difícil de llevar a cabo, y que constituye por ello un estímulo y un desafío para quien lo afronta.

La vida de alguien de ciencia, como lo soy yo de formación, es siempre un reto. Por mejorar, por conseguir unos objetivos que propicien una vida más sencilla, más fácil. En mi caso, por mi formación en veterinaria, dirigida al cuidado de los animales como medio para mejorar la vida y la tranquilidad de sus cuidadores.

Sigue siendo mi propósito como hombre de ciencia, pero también amante de la filosofía, conseguir una isla que permita a mis conciudadanos una habitabilidad más fácil, más sencilla. La Administración tiene el deber de facilitar al pueblo su día a día.

¿Cuáles son mis retos y los de mi equipo de gobierno?

Son muchos y posiblemente algunos de ellos muy ambiciosos, pero no por eso menos posibles.

Queremos avanzar, definir e integrar un nuevo modelo turístico que permita la convivencia entre el principal motor económico de la isla y la vida de los residentes.

Definir el modelo turístico que queremos que nos represente es algo que se tendría que haber hecho hace muchos años, pero que o por desconocimiento o por desidia se ha olvidado, dejando que las cosas devinieran en una suerte de sinsentido que nos ha llevado por ejemplo, en los últimos tiempos, a tener un problema grave con la vivienda o a encontrarnos imprudencias como el último concurso para la adjudicación de los servicios de playa, que en cierto modo han supuesto el acta de defunción de los chiringuitos tradicionales.

Otro reto al que nos enfrentamos es el de la seguridad viaria, con unas carreteras que provocan en nuestro pequeño territorio un alto índice de siniestralidad. No podemos, como ejecutivo, ponernos de perfil en este ámbito. Necesitamos inversiones que provengan de fondos de otras administraciones, como el Gobierno central, para poder hacer frente a esta necesidad. Tras la decisión unilateral tomada el año pasado por el Gobierno en Madrid de dejar de conveniar estas ayudas con los Consells insulars nos vemos atados de pies y manos y necesitaremos paliar este hecho con financiación extra. Otro reto, por si no era suficiente con el hecho en sí: sin aportaciones económicas externas será prácticamente imposible que Formentera pueda afrontar una sustancial mejora de su red viaria.

Y no puedo cerrar este capítulo de retos sin entrar en harina en un tema crucial y por el que he pasado de puntillas unas líneas más arriba: la vivienda. Este es un tema crucial que necesitamos solventar para conseguir una sociedad más igualitaria y competitiva. Nuestro reto como equipo de gobierno es que aquellas personas y profesionales de servicios básicos, como docentes, sanitarios o fuerzas de seguridad, además de trabajadores del mismo Consell, puedan vivir en la isla de manera digna. Somos sabedores de las limitaciones territoriales que tenemos, pero también lo somos de lo específico que es nuestro territorio y nuestra insularidad. Por ello, junto con el Govern de les Illes Balears y con el Gobierno central queremos definir un plan para la vivienda que nos dignifique como habitantes, que nos permita desarrollarnos personal y profesionalmente si es nuestro deseo y que otorgue al resto de conciudadanos las posibilidades que se requieren en un territorio como el nuestro.

En definitiva, mi reto, como presidente, como formenterer y como hombre de ciencia es conseguir una isla que no se sostenga a cualquier precio. Que garantice la seguridad, la economía y el bienestar de aquellos que la escogen como lugar de vida. Y ese momento, sin lugar a duda, es ahora.

Y deseo que estos retos que planteo en estas líneas se conviertan en hechos y puedan ser recogidos por el Diario de Ibiza, al que le deseo que cumpla otros 130 años más en plenitud de salud como hasta el momento.