El fotógrafo Javier Tur ha logrado la Mención de Honor por la Sociedad Americana de Fotografía en el Concurso Internacional Narava 2015 de Eslovenia, al que se han presentado más de 5.000 originales, con una espectacular imagen del volcán Stromboli tomada en agosto de 2013 a la que tituló ´La puerta del infierno´.

«Las tomé durante el segundo viaje que hice a la isla de Stromboli. El objetivo era conseguir una foto del volcán con la Vía Láctea de fondo pero no lo conseguí porque fue todo fatal: Hizo un tiempo horrible, estuve dos días esperando en el puerto de Milazzo para poder salir a la isla y, una vez allí, el tiempo siguió siendo muy malo y tuve que volver antes de lo previsto porque por el temporal corría el riesgo de no llegar a tiempo al vuelo», relata.

Pero Tur, que se define a sí mismo como «bastante testarudo» volvió a los pocos meses a la isla. «Esa vez el tiempo fue inmejorable y tuve la oportunidad tanto de hacer la foto que estaba buscando como de ascender a la cima», explica.

Se supone que solo se puede ascender al volcán con permiso y con un guía, pero Tur, haciendo gala de nuevo de la testarudez antes señalada, decidió hacerlo por cuenta propia. «Los guías te llevan a una zona del volcán en la que hay pequeñas chimeneas donde ves las erupciones pero son más controladas, por decirlo de algún modo» explica Tur que, en su última noche en la isla, se saltó las normas y emprendió su propio camino. «Las sanciones son importantes pero en ese momento lo decidí así, apagué la luz frontal del casco para que nadie me viera y tiré hacia arriba», relata entre risas.

Tardó unas dos horas y media hasta llegar al punto que le interesaba. «Hay un primer mirador a 400 metros que es muy bonito porque ves la erupción y cómo la lava desciende hasta el mar, pero yo estaba allí y me dije: ´voy a subir más´. Ya tenía las fotos que quería pero quise saber qué se cuece por ahí arriba», recuerda. Llegó a un punto más alto. «Me coloqué en una arista en la que no tenía mucho margen de movimiento, esperé a la primera erupción para comprobar si había o no riesgo, porque estaba muy cerca y podía sentir el olor del azufre y el calor del magma, pero lo vi relativamente seguro y me puse a hacer fotos», describe y admite: «Fue una experiencia inolvidable de las que te quedan para siempre».

Estuvo tirando fotos toda la noche, hasta que se hizo de día y bajó del volcán.

Esta expedición con un puntito temerario le ha salido redonda, ya que no solo ha sido distinguido en esta edición del certamen Navara sino que otra imagen de la misma sesión pero tomada a otra hora y desde otra perspectiva le valió la Medalla de Bronce por la Federación Internacional de Arte Fotográfico en el Concurso Internacional Narava 2013.

«La que ha sido premiada ahora está hecha de noche cerrada mientras que la anterior está tomada con el cambio de luz, de la noche al día», relata.

Tur responde Diario de Ibiza desde del aeropuerto de Barcelona, en la escala de vuelta a Ibiza de un viaje a Laponia para tomar fotos. Estas imágenes forman parte de un gran proyecto fotográfico personal, orientado a la imagen de naturaleza, que espera tener terminado a finales de este año o lo antes posible de 2016. En él está invirtiendo muchas energías y presupuesto. Las distinciones que han recibido sus imágenes le dan fuerzas para seguir con su idea. «Las experiencias que vives van mucho más allá de la fotografía, pero es verdad que un proyecto así requiere mucha inversión, mucha pasión y mucho amor», revela.