En septiembre de 2004 el Museo Arqueológico del Puig des Molins de Vila recibió una carta procedente de Norwich (Reino Unido) remitida por Michael Everitt, un nombre hasta este momento completamente desconocido para la dirección del centro.

Al abrirla descubrieron la historia de un arquitecto, que entonces tenía 72 años, que les contaba que en su juventud, con 21, visitó Ibiza con sus padres. Era el año 1954 y la isla le dejó profundamente impactado. Les explicaba aquel viaje y que, como era fotógrafo aficionado, hizo muchas fotos. En la carta adjuntaba las fotocopias de algunas de ellas. «Después de tantos años él pensaba que tal vez esas fotos podrían tener algún interés porque ´suponía´ que la isla habría cambiado en ese tiempo y se ofrecía a donar las fotos, negativos incluidos, si el museo estaba interesado y sin contraprestación alguna», relata el director del museo, Benjamí Costa.

El equipo, entonces comandado por Jordi Fernández, se quedó impresionado por la belleza de las composiciones y el evidente valor documental que tenían las imágenes. Como Costa, conservador entonces, tenía un buen nivel de inglés fue el encargado de responder a la sorprendente carta agradeciendo la propuesta, invitándole a confirmarla y asegurándole que esa colección de fotos podría ser «una crónica visual de una Ibiza que ya había pasado a la historia» porque sí, tal y como Everitt suponía, la isla había cambiado «mucho».

Ayer, once años y unas pocas semanas después de aquella primera carta, el Museo Monográfico inauguró una muestra dedicada a este fotógrafo aficionado, compuesta por 51 fotografías inéditas hasta el momento, de indudable valor artístico y documental.

«Tras confirmarle nuestro interés nos envió tres paquetes cediéndonos además los derechos de las reproducción. Nos remitió incluso unas ampliaciones que había hecho para presentarlas a concursos en los que recibió alguna mención especial y otros reconocimientos», relata Costa. El ´tesoro´ consistía en un estuche con todos los negativos originales, un total de 71, además de las ampliaciones, unas fotocopias de dibujos del Hostal Bahía, donde se hospedaron, copias originales de las fotos en 9X13, e incluso varias fotos que tomó su padre.

«Para bien o para mal esa Ibiza no se parece en nada a la de nuestros días. Es una isla en la que la vida que se hace es completamente tradicional, en la que todavía las mujeres que se visten de payesa en los pueblos, es una sociedad todavía apegada a sus costumbres y a las tradiciones como se puede ver perfectamente en la serie sobre la salida de la misa de Sant Antoni», relata Costa, que revela que estas fotos le han gustado especialmente porque es un ambiente previo al turismo que vivió en su niñez.

«Es curioso ver cómo muchas señoras se cubren el rostro ante la presencia del fotógrafo. Eso de que un señor desconocido las retratara no les gustaba y se tapaban la cara», describe el director del museo.

Los temas principales de las fotografías son las calles Dalt Vila y sa Penya, con una amplia serie de Sant Antoni y solo una de Santa Eulària. «Esto último nos ha sorprendido», admite Costa, que destaca que las imágenes no resultan reiterativas con respecto a las ya conocidas de la época.

Desgraciadamente, Everitt falleció en 2005, un año después de la donación. «Supimos que la donación que hizo al museo no era única, sino que había hecho otras cesiones de documentos sobre sus actividades en asociaciones cívicas, religiosas y de arte al Consorcio de Archivos de Norwich. Aunque no conocemos los detalles probablemente decidió hacer estas donaciones cuando conoció que padecía una enfermedad irreversible», reflexiona.

Dejó viuda y un hijo que ahora vive en Estados Unidos.

El equipo del museo ha descubierto que Everitt no era un vecino más de Norwich. Prueba de ello es que en 2009 se colocó un monolito en su honor en el hospital de Norfolk y Norwich que agradece su labor como comisionado en el Proyecto de Arte en el Hospital.

Estuvo implicado en asociaciones de carácter cívico y religioso y durante sus años de estudiante en Leicester formó parte del YMCA (Young Men´s Christian Association).