Casi 80 comerciantes y vecinos del casco urbano de Sant Antoni han dirigido un escrito a la alcaldesa, Pepita Gutiérrez, para expresarle su indignación por el desorden que impera en el pueblo, debido a los habituales problemas de venta ambulante, tráfico de drogas, prostitución y desmadre generalizado. Representantes de este colectivo se reunirán el viernes con la alcaldesa para exponerle personalmente estos problemas.

El escrito recuerda que «la principal fuente de ingresos de Sant Antoni es la actividad turísitica, pero parece que ello es la última prioridad de este Ayuntamiento». Esto es así porque Sant Antoni «se ha convertido en un pueblo casi sin ley, donde, por lo visto, los únicos que tienen la obligación de cumplirla son solo algunos», en alusión a ellos mismos.

El panorama que describe el escrito enviado al Ayuntamiento evidencia que los problemas crónicos de Sant Antoni, lejos de solucionarse, van agravándose: «En nuestro día a día, tenemos que ver cómo los vendedores ambulantes se adueñan de nuestras calles, cerrando casi por completo el acceso e impidiendo el paso a los transeúntes y turistas, a los que agobian con sus ofertas, intimidan e incluso asaltan o roban miserablemente». «De noche se repite lo mismo, pero con la peculiaridad de que se suman ciertas mujeres, las cuales se adueñan de rincones y calles, como es el caso de la calle San Mateo, donde ejercen la prostitución libremente o asaltan a los turistas que pasan por ella, aprovechando la falta de vigilancia policial», reza el texto.

El pueblo de Sant Antoni, aseguran los firmantes, «va perdiendo su identidad propia para dejar paso al desorden, el desmadre, la inseguridad, la prostitución, la venta ambulante, el tráfico de drogas... donde aquel que quiere burlar e ignorar las leyes tiene barra libre para hacerlo, riéndose de todos los que llevan años intentando trabajar legalmente y dando trabajo».

El Ayuntamiento de Sant Antoni, añaden, «debe velar por el bien común», pero con su falta de actuación «dificulta la actividad comercial y menoscaba la imagen turística de este destino». Como prueba de ello recuerdan los datos del Anuario Económico de la Caixa publicado por este periódico según los cuales en los últimos cinco años Sant Antoni ha visto desaparecer el 36% de sus negocios. «Si no se lo cree, le invitamos a darse una vuelta por el casco urbano de Sant Antoni», explican a Gutiérrez.