Dos kriptonitas por cabeza. Así acabaron la noche David Guetta y Armin van Buuren, dos de los mejores dj del panorama y, desde ayer, los grandes triunfadores de los Dj Awards de este año. Guetta se llevó el premio al mejor dj house y su fiesta, F*** me, I´m Famous, obtuvo el galardón a la mejor noche de Ibiza. Van Buuren, por su parte, es el mejor dj internacional de este año, según el jurado de los Dj Awards, y puede también puede presumir de ser el mejor pinchando trance.

Sólo Guetta, comentaba uno de los organizadores de la velada, Lenny Ibizarre, «ha recibido más votos que el resto de dj house juntos». Esto se debe a que «se ha convertido ya en una estrella. La gente tiene música en su casa y puede beber casi gratis, lo que les hace salir es la vanidad y Guetta es el maestro de la vanidad». Ibizarre explicaba también que los Dj Awards «no son una competición, son un reconomiento» y, aunque sigue creciendo en prestigio entre los profesionales de los platos, resiste a las presiones de la industria para que cambie.

Los premios son una distinción, sobre todo de los clubbers y puristas y por eso tienen más valor para gente como Sander Van Doorn, que se consideraba «orgulloso» sólo por haber sido nominado: «Demuestra que hay gente que te sigue».

Para Tomas Hedberg, el mejor dj residente en la isla, el premio reconoce, además, su compromiso con la isla en la que reside todo el año: «Llevo nueve años trabajando en la isla muy duro y es un orgullo porque esto es la meca del dance».

Luciano, cuya sesión con Sven Väth fue premiada como la mejor del año, estaba también sorprendido: «Fue divertido porque tenemos estilos muy distintos, pero no esperábamos la nominación».

Todavía fue mayor la sorpresa de Natasha —de nombre artístico dj Droolotte—, la joven malaya de 18 años que ayer recorría la terraza del hotel Ocean Drive de entrevista en entrevista durante el cóctel de los nominados con la prensa especializada, encantada con tanta atención. Ganó el concurso Bedsessions, que premiaba al mejor amateur. Además de asistir a la gala de anoche, fue recibir una clase magistral con Paul Van Dyk hace dos días, algo «fantástico» para ella, que espera convertir los platos en su profesión. Su estilo es el minimal.