­Una veintena de artesanos que tienen puestos en el mercadillo del Passeig de ses Fonts expresaron ayer su malestar en el pleno municipal por la ordenanza que «de forma inesperada» aprobó el Ayuntamiento para reordenar esta actividad en el municipio. La consecuencia más importante que prevé la nueva normativa es la supresión del mercadillo del Passeig de ses Fonts (solo se podrá instalar un día a la semana en verano) para trasladarlo a la plaza de s´Era d´en Manyà, en el centro del casco urbano y alejado de los tradicionales circuitos turísticos. Precisamente, la intención del equipo de gobierno, según explicó la concejala de Comercio, Cristina Ribas, es convertir el paseo en un «espacio diáfano y despejado, libre de obstáculos» durante los meses de verano, y al mismo tiempo, «dinamizar otras partes del pueblo», en alusión a s´Era d´en Manyà, para que los veraneantes encuentren también allí atractivos turísticos.

Los vendedores presentes en el pleno mostraron pancartas ante los concejales e iban lanzando comentarios de disconformidad al equipo de gobierno durante el desarrollo del debate, por lo que tuvieron que ser llamados al orden en varias ocasiones por el alcalde.

Al finalizar el pleno, un portavoz del colectivo hizo uso de la palabra para lamentar que se hubieran enterado el día anterior de la aprobación de esta ordenanza. «La han aprobado con nocturnidad y alevosía», afirmó. También dijo que trasladarles a la nueva ubicación «equivale a condenar al paro a 30 familias, pero sin cobrar paro». Otra artesana señaló que a s´Era d´en Manyà «no va nadie, porque todo está lleno de prostitutas y de delincuentes que roban a la gente», por lo que no lo consideró una alternativa apropiada.

Cristina Ribas argumentó también los perjuicios que, según dijo, ocasiona el mercadillo al pequeño comercio de la zona, sector al que dijo que también deben proteger.

El alcalde, para apaciguar los ánimos, instó a los vendedores a presentar alegaciones, «que serán estudiadas con cariño», según dijo.

El PP, por su parte, evitó votar en contra de la norma del equipo de gobierno, pero se dedicó a criticarla duramente durante el debate de este punto, arrancando algunos aplausos de los asistentes.

El pleno, por otra parte, acordó instalar un memorial en el Cementerio Viejo para recordar a víctimas del franquismo de Sant Antoni.