Hoja de laurel en el radiador: la solución que más gente copia con la llegada del frío

Hoja de laurel en el radiador: la solución que más gente copia con la llegada del frío

Hoja de laurel en el radiador: la solución que más gente copia con la llegada del frío

En otoño y, sobre todo, en pleno invierno, es realmente difícil renunciar a tener un hogar cálido. En esta época del año, además de pasar frío, solemos estar en casa, quizá en compañía de amigos y familiares disfrutando de un rico menú. Para que las estancias sean aún más acogedoras, no basta con tener una decoración elegante, sino también un calor agradable que no haga sufrir las heladas del exterior. Los calefactores deben utilizarse de forma adecuada, para no dispersar el calor y arriesgarse a pagar facturas abultadas a final de mes. De hecho, es un mes económicamente exigente, contando el gasto en regalos, por lo que intentar ahorrar dinero no sería tan mala idea.

Otra compra bastante frecuente que hacemos en invierno se refiere a los ambientadores, de diversos tamaños y costes. Un gasto que puede ser una necesidad, ya que mantenemos las ventanas cerradas y cocinamos diversos platos que pueden hacer que huelan las paredes y las telas. Un pequeño truco literalmente despoblador, y que probablemente también utilizaban nuestras abuelas, tiene que ver con las hojas de laurel. Para no gastar cantidades desorbitadas de dinero en difusores de fragancias, mucha gente coloca hojas de laurel frescas justo encima del radiador. Con el calor, las hojas desprenden un aroma increíble, agradable y delicado, y la casa olerá como nunca. Pero también puede ser útil secar la planta en poco tiempo y reutilizarla para preparar infusiones o como aromatizante de platos.

El laurel ayudaría a purificar y hacer que el aire de la casa sea ligero y fresco, sin recurrir a otros productos, ya que el aceite esencial se utiliza para la bronquitis y la gripe. Es aún más asombroso porque mucha gente pone hojas de laurel debajo de la cama, el sofá u otros muebles de casa. El motivo es sin duda beneficioso, a saber, alejar cucarachas, hormigas, polillas y ratones, un auténtico repelente natural. Pero hay otro posible beneficio en términos de buen humor, al parecer esta planta aromática puede favorecer la relajación y contrarrestar el estrés.

El laurel es una antigua hierba aromática utilizada con diversos fines. Una cucharadita de hojas secas, añadida a las comidas o infusiones, aporta muy pocas calorías y contiene vitaminas A, C, B6, calcio, potasio, fósforo y magnesio. Tiene propiedades astringentes y diuréticas y contrarresta los síntomas de flatulencia, artritis, dolores musculares y cólicos. Es antioxidante y favorece un metabolismo sano. Por estas razones, sería útil cultivar una planta en el alféizar de la ventana de casa para tenerla siempre disponible. Pongámosla delante de una ventana expuesta al sol, cultivándola en un suelo drenante enriquecido con grava o crocks. No exageremos con la cantidad de agua y utilicemos un abono para plantas perennes una vez al mes aproximadamente para mantenerla próspera.

El laurel, un aliado fundamental

En casa, las hojas de laurel se utilizan para mantener alejados a los insectos y el moho. Si tenemos miedo a las polillas después de abrir el paquete de harina, lo colocamos en un recipiente hermético y ponemos cerca unas hojas de laurel. Las polillas se mantendrán alejadas. Incluso cuando guardamos ropa de invierno, cojines o alfombras, las hojas de laurel ayudan a mantener alejado el moho. Ponemos las hojas dentro de recipientes, añadimos flores de clavel y aceites esenciales. El olor a moho desaparecerá para siempre. El laurel es una de las hierbas más famosas en el campo de la aromaterapia. Este remedio sería estupendo para combatir el nerviosismo, los estados de ansiedad y la apatía. Deberíamos quemar algunas hojas en varios recipientes repartidos por la casa. El aroma dulce y picante calmará la mente y nos dará una sensación de bienestar. Por lo tanto, se reducirá la ansiedad y el estrés, pero también se despejarán fácilmente las vías respiratorias. Las propiedades antioxidantes y el eugenol son capaces de defender nuestro sistema respiratorio e inmunitario, ya sea mediante infusión o sufusión.

En caso de tos y resfriados, ahora que llega el invierno, en lugar de utilizar cremas perfumadas, recurrimos al aceite de laurel. Masajea el pecho, las piernas y la espalda y notarás cómo se alivian las contracturas y los dolores musculares al poco tiempo. Si la gripe nos ha traído dolores de estómago, 4 hojas de laurel en infusión durante 10 minutos calmarán los dolores y nos harán hacer la digestión sin problemas.