A muchos le da repelús pero esta es la piel que quita los malos olores de la nevera
De este modo, podemos decir adiós a ese aroma que estropea la comida
Cuando nos acercamos al fregadero, a menudo percibimos malos olores, cuando no un verdadero hedor. Al fin y al cabo, es una zona húmeda que en uso normal tiende a acumular restos de comida, aunque seamos cuidadosos.
Lo mismo puede ocurrir en el frigorífico y no siempre tenemos tiempo de lavarlo de arriba abajo. A veces es más conveniente simplemente mantenerlo en buen estado, como ocurre con todos los electrodomésticos.
Lo cierto es que en ambos casos se necesita muy poco para solucionar el problema. No sólo eso, sino que algunas soluciones naturales nos permiten reciclar los restos para limpiar y perfumar, ahorrando así dinero. Sólo nos queda descubrir cuáles serán nuestros inusuales ayudantes de limpieza. Empezamos por el fregadero, donde todos los días lavamos los platos y cubiertos sucios. A menudo, sin embargo, una vez que hemos terminado nos olvidamos de terminar el trabajo. De hecho, lo último que debería lavarse siempre después de usarlo es el fregadero. De hecho, en sus paredes y en el desagüe se acumulan residuos de cal, que pueden incrustarse y crear una pátina oscura en la que se acumula la suciedad. Además, del desagüe pueden salir olores desagradables y utilizar detergentes agresivos puede resultar excesivo. Afortunadamente, casi todos tenemos ya en la cocina lo que necesitamos. De hecho, los residuos de cuando hacemos café pueden convertirse en un exfoliante para las paredes y el desagüe del fregadero de nuestra cocina. Basta con utilizar una cucharada cada vez después de usar el fregadero. La mezclamos con una gota de detergente y fregamos las paredes y el fondo. Después, lo aclaramos todo con un chorro de agua y ¡listo!
Pan en el frigorífico: el peligro que se corre al guardarlo dentro
Sin embargo, nuestro frigorífico también necesita atención y esta vez también podemos utilizar las sobras para mantenerlo con un olor fresco.
La cáscara en la nevera para un aroma siempre fresco
No hay nada que huela tan fresco y limpio como el aroma del limón. De hecho, podemos utilizar los propios cítricos para llevar su fragancia a nuestra nevera. Lo único que tenemos que hacer es consumir limones, naranjas o mandarinas como de costumbre. Después, conservamos la cáscara y la ponemos en un bol pequeño. Dentro, echamos también una cucharada de sal.
Mientras que la piel de los cítricos perfumará la nevera durante unos días, la sal ayudará a absorber el exceso de humedad. De este modo, podemos decir adiós a los malos olores en la nevera y el fregadero utilizando métodos naturales. Y no sólo eso, también pueden ayudarnos a limpiar superficies difíciles como el cristal, dejándolas relucientes.
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