Pan en el frigorífico: el peligro que se corre al guardarlo dentro

Un error que comenta mucha gente

Pan en el frigorífico: el peligro que se corre al guardarlo dentro

Pan en el frigorífico: el peligro que se corre al guardarlo dentro

M. R.

Fresco, fragante y perfumado. El pan es uno de los alimentos que, como la pasta, nunca falta en la mesa.

Un producto que podemos hacer en casa o comprar fresco al panadero. Los hay de muchos tipos y elaborados con harinas clásicas o especiales. Sea cual sea nuestra elección, el pan es bueno si se come fresco y recién horneado.

De hecho, a menudo ocurre que lo compramos en exceso para encontrarlo duro o lleno de moho al cabo de unos días. Por desgracia, el pan es uno de los alimentos que más a menudo acaban en la basura.

Por supuesto, la vida útil de este producto puede depender de las condiciones climáticas, los ingredientes utilizados y también del método de almacenamiento. Para mantener el pan fresco durante días, los queridos consejos de la abuela vienen en nuestra ayuda.

Si queremos conservar el pan tierno y perfumado durante días, lo guardamos en una bolsa de papel. Para mayor protección, colocamos el envoltorio en otra bolsa, esta vez de plástico. El papel mantendrá la cantidad adecuada de humedad, mientras que el plástico evitará la evaporación.

Los envoltorios de cera de abeja también son muy útiles. Se trata de productos respetuosos con el medio ambiente que pueden utilizarse una y otra vez. Estos productos conservarán el pan como si estuviera recién horneado. Además, el lugar donde guardamos el pan afecta a su frescura. Si la habitación no es especialmente cálida, también podemos guardarlo en una cesta, siempre que esté alejada de fuentes de calor.

Si, por el contrario, la habitación es muy calurosa, hay que guardarlo en un lugar cerrado (por ejemplo, la despensa o la panera).

Sin frigorífico

El almidón de la harina pierde su estructura cristalina al entrar en contacto con el agua y las altas temperaturas del horno. Con el frío, el proceso de transformación del almidón se acelera, por lo que el pan guardado en la nevera cambia de textura y sabor.

Con la humedad, puede volverse húmedo, blando y absorber olores de otros alimentos. Pero si nos hemos olvidado el pan en la bolsa, hay formas rápidas y sencillas de hacer que nuestra comida vuelva a estar crujiente. Esto es lo que hay que hacer.

Remojémoslo rápidamente bajo el grifo y metámoslo en el horno durante unos minutos a una temperatura de 200 grados. Nuestro pan volverá a estar crujiente. Para acelerar el proceso, también podemos utilizar el microondas. Otro método muy útil para recuperar el pan es utilizar la vaporera. Comparado con el horno y el microondas, este remedio es más lento pero muy eficaz.