La UD Ibiza suma un punto contra el Algeciras jugando una hora con 10

2-2. La expulsión de Javi Jiménez a los 25 minutos marca el quinto partido sin ganar de los celestes

Rubén J. Palomo

Rubén J. Palomo

La UD Ibiza no ha podido pasar del empate este mediodía frente al Algeciras (2-2) en un partido que se puso muy cuesta arriba tras la rigurosa expulsión de Javi Jiménez a los 25 minutos de partido. Aunque Cedric adelantó a los celestes en un arranque de partido fulgurante, las adversidades fueron jugando en contra de un Ibiza que encadena cinco jornadas sin ganar y que peude cerrar la jornada a siete puntos del Castellón.

El conjunto ibicenco presentó muchas novedades en su once titular, comenzando por la portería con el regreso del francés Reynet y acabando en la punta de ataque con la aparición de Cedric en lugar de Obolskii. Además, Olabe y Tienza formaron en el doble pivote, con Eugeni en la mediapunta en lugar de Álex Gallar, y Arroyo saltó de inicio en el costado izquierdo. Una auténtica revolución que tuvo unos resultados tan rápidos como inesperados, con dos regalos en forma de goles en los 10 primeros minutos de partido. 

La UD Ibiza rompió su sequía muy pronto, a los 2 minutos de juego, tras un error grotesco del portero Marcos Lavín en la salida de balón. Cedric recogió la ofrenda en el balcón del área y tras acomodarse el esférico batió por bajo al guardameta albirrojo para elevar el 1-0. Pero la alegría no duró demasiado en Can Misses cuando el Algeciras cogió totalmente dormido al equipo ibicenco a la salida de un córner sacado en corto. Javi López-Pinto tuvo todo el tiempo del mundo para ingresar en el área y, sin ninguna presión, armó un disparo ajustado al segundo palo ante el que no pudo responder Reynet (min. 9).

Los de Fernández Romo intentaron reaccionar adelantando la presión y Arroyo tuvo en sus botas el 2-1 pasado el cuarto de hora con una buena acción personal y un remate que se fue rozando el poste. Tampoco se amilanó el equipo de Lolo Escobar, que poco después contestó en un rápido contragolpe con un remate de López-Pinto que sacó Javi Jiménez bajo palos.

Los problemas se agudizaron para el combinado celeste cuando el colegiado expulsó a Javi Jiménez, cumplido el minuto 25, por una presunta agresión a un rival. Una acción absurda del lateral, a dos metros del linier, que dejó al Ibiza en inferioridad con más de una hora por delante. A pesar del doble jarro de agua fría recibido, los de Romo redoblaron sus esfuerzos para mantener la presión alta y contrarrestar la superioridad numérica de su rival. La valentía de la UD Ibiza tuvo premio en el minuto 38 con el gol de Fausto Tienza al aprovechar el balón que quedó muerto en un remate mordido de Cedric a centro de Medina. Los celestes habían hecho lo más difícil y mantenían a raya a su rival, pero cumplido el 45 recibieron un nuevo varapalo en una jugada aislada y mal defendida que materializó Merchán tras recibir solo dentro del área.   

Una jugada del encuentro.

Una jugada del encuentro. / Toni Escobar

Descanso

La segunda mitad arrancó con la novedad de Sulei en lugar de Arroyo y con una falta desde el vértice del área que Eugeni a punto estuvo de convertir en gol. Los muchachos de Romo, que no dieron ni un paso atrás, tenían ahora además el viento en contra. Pero no desistieron ante un Algeciras incapaz de aprovechar su superioridad. Pasado el minuto 60 tuvo otra buena ocasión a balón parado Eugeni con una falta desde la frontal del área que salió acariciando la cruceta. Poco después fue Obolskii, que saltó en sustitución de Cedric, el que forzó una buena ocasión bregando con la zaga para acabar sacando un peligroso centro que atajó en dos tiempos Lavín.

 La UD Ibiza fue pagando el esfuerzo físico y perdió la iniciativa con el paso de los minutos, aunque tampoco sufrió el acoso de los hombres de Lolo Escobar. Al Algeciras parecía servirle el empate pero en los minutos finales encontró más espacios y tuvo opciones de ganar. Reynet evitó la remontada despejando un disparo escorado de López-Pinto y en el Eric Montes se topó con Medina en un remate a bocajarro. Viendo cómo se había puesto el partido, el punto fue un mal menor para los celestes.