Trucos para conservar un pascuero todo el año

La flor de Pascua decora en esta fechas nuestras casas junto al árbol de Navidad y/o el belén. Sus hermosas flores rojas dan muchísimo color a los hogares pero, desgraciadamente, la gran mayoría de ellos dejan que se muera tras las fiestas.

Hay que tener en cuenta que la poinsettia es una planta muy fuerte que, con los cuidados necesarios, podemos conservarla igual de lozana que cuando la compramos en diciembre.

Uno de los consejos para mantenerla es alejarla del frío, ya que debe estar en un ambiente que ronde entre los 16 y los 22 grados. Mucho calor o mucho frío harán que no sobreviva.

No debe estar en el sol directo, pero sí que necesita claridad para mantener el color de sus hojas y flores.

Para que tu flor de Pascua siga perfecta como cuando la compraste, bastará con regalarla dos veces por semana con agua no demasiado fría, dejando que el sustrato se seque entre ambos riegos. Además, lo mejor es hacerlo de forma indirecta para no estropear las hojas. Puedes poner un plato debajo con agua, esperar unos 15 minutos, y retirar después el agua sobrante.

La planta "estrella" de la Navidad

Es precisamente la forma de sus brácteas, que parecen una estrella, lo que le aporta simbolismo navideño a esta planta, pues se la identifica con la estrella de Belén.

En la actualidad se pueden encontrar más de 100 variedades diferentes, siendo muy popular en las celebraciones de Navidad de países como Estados Unidos, España, Alemania, y gran parte de Latinoamérica.

Es originaria de las sierras subtropicales de América Central. Originariamente, la poinsettia procede de México y no fue hasta principios del siglo XIX que se empezó a internacionalizar gracias a su primer embajador, Joel Poinsset, médico y botánico que se llevó la planta de su país natural hasta California, otorgándole además su popular nombre.