No hay identidad sin artesanía de Ibiza

Sant Rafel acoge la II Fira Artesanal i Rural en el marco de sus fiestas y lo hace con un amplio abanico de estands de artesanía, producto local, ilustraciones, apicultura o de maquinaria rural, culminando la mañana con una paella popular en la carpa

Tradiciones. ‘Rafelers’ e ibicencos de otros puntos de la isla acudieron ayer a la II Fira Artesanal i Rural que se celebró con motivo de las fiestas de Sant Rafel. Se trataba de una edición especial del mercado artesanal del pueblo que tiene lugar los jueves de junio a septiembre. Los estands ayer eran de lo más diverso y tanto la asociación de vecinos como las artesanas subrayan la importancia de fomentar esta parte imprescindible de la cultura popular.

Artesanía, showcooking con producto local, quesos, ilustraciones, apicultura, música, maquinaria agrícola, deporte y mucho más. Sant Rafel acogió ayer la II Fira Artesanal i Rural y el abanico de propuestas era tan amplio que todas las personas que se acercaron pudieron disfrutar de unas variantes u otras. En citas como esta, se visualiza la importancia de valorar todos estos aspectos como parte de un todo que es la cultura ibicenca.

«Hay que venir a las fiestas de Sant Rafel porque hay de todo. Son muy participativas, todas las asociaciones del pueblo están bastante involucradas. Las fiestas parten del hecho de juntarnos todos para hablar de ello y ver qué se puede hacer. Estamos muy contentos de que así sea, es una manera de fer poble», explica Maria Planells, secretaria de la asociación de vecinos.

La feria de este domingo es una edición especial del mercado artesanal de Sant Rafel que se celebra los jueves de junio a septiembre: «Este año hemos añadido un showcooking con producto local de una finca de aquí al lado, de Can Pou. Ellos están siempre en el mercadet y colaboran con todo lo que se hace en el pueblo», añade Planells.

«Un poco de todo lo nuestro»

«Tenemos producto de la tierra, quesos de Ses Cabretes, o producto elaborado como cocarrois, panades, coques... Y en artesanía tenemos puestecitos de hilar lana, de elaboración de ropa, de llata... Hay un poco de todo lo nuestro», celebra Planells. También hay quien encuerda sillas y un estand de apicultores, que llevan a cabo un taller de velas. Son de la Agrupació de Defensa Sanitària Apícola d’Amics Apicultors d’Eivissa.

Mujeres hilando lana en la feria en Sant Rafel. | VICENT MARÍ

Pep Guasch encuerda una de sus tantas sillas. / VICENT MARÍ

Del showcooking se encarga Marga Orell, cocinera de la marca Sabors d’Eivissa del Consell: «Nosotros vamos haciendo degustaciones con el producto local, cocino delante de la gente. Es un showcooking continuo e individual, porque lo explico uno por uno a la gente que va viniendo y preguntando». Además, en este caso, a diferencia de otras celebraciones populares, los alérgicos al gluten o la lactosa también pueden disfrutar del buen comer, con propuestas como la coca de escalivada, la de algarrobas, almendra y higos, la de pimiento o bien flaó [el flaó sí que lleva lactosa], entre otras. Orell asegura que el sabor es el mismo en ambos casos: «Hacemos las dos versiones, pero el sabor no cambia. Lo único que tienes que buscar ingredientes que no hayan estado en contacto con cereales que contienen gluten».

Pep Guasch encuerda una de sus tantas sillas. | VICENT MARÍ

Mujeres hilando lana en la feria en Sant Rafel / VICENT MARÍ

Muy cerca del estand de Sabors d’Eivissa se encuentra Carmen Núñez, presidenta de la Associació Artesanal de Portmany. La mayoría de artesanos de esta feria pertenecen a dicha entidad, que también ha ido participando en el mercado estival rafeler. «Estamos encantados de que nos inviten a estas cosas. En la asociación enseñamos esparto, un poco de bordado… Organizamos talleres, más que nada para que no se pierda» esta artesanía tradicional, explica Núñez, que hace hincapié en que se debería valorar más, también por parte de los jóvenes: «Hay gente mayor que ya comienza a retirarse. Nosotros intentamos enseñar a todo el que quiera», destaca. Pero está claro que hace falta paciencia y muchas horas de dedicación: «Para las espardenyes, por ejemplo, necesitas mucho tiempo». Insiste en que la artesanía local «ha de tener un valor»: «Si ahora pides 80 o 90 euros por unas espardenyes, dicen: ¡Ostras, qué caro! Piensa en todo lo que se tarda desde que coges la aguja de la pechera hasta que te las puedes poner en los pies».

Por otra parte, nunca es tarde para aprender y meterse de lleno en la artesanía. Margarita Costa, de la asociación de artesanos de Portmany, participa en esta feria y empezó en ello hace «unos seis o siete años, más o menos»: «Me gustaba mucho, comencé probando y fui enganchándome. Hago algo de ganchillo, pero también macramé para colgar en la pared como adorno».

Proteger las tradiciones

Pep Guasch tiene varias sillas —con dibujos diferentes— a su alrededor y todas las ha encordado él, incluso aquella sobre la que se sienta. «Hice un pequeño curso hace cinco años. En Sant Agustí suelen impartirse cursos y ahora a veces voy yo allí para ayudar a quienes entran ahora». Su formación estos años ha sido prácticamente autodidacta. En su momento, cuenta, se animó porque siempre le ha gustado «hacer cosas con las manos», ya sean artesanales o en el campo y la pesca, aunque «de forma deportiva».

Lo importante, subraya, es «que no se pierdan nuestras tradiciones», y que cada uno vea qué parte de la cultura popular le atrae más: «Yo no hago ball pagès, pero en cambio mi hijo sí. Las tradiciones tienen que mantenerse y tratar de que perduren». Esta es la primera vez en la que participa en unas fiestas populares como artesano.

Algunos de los participantes en la feria comenzaron a formarse como artesanos hace muy pocos años

El presidente de la asociación de vecinos, Vicent Riera, se encuentra sobre las 10 de la mañana en Can Portmany, cerca de la feria, porque es en este espacio cultural donde los participantes en el IV Concurso de pintura rápida han podido recoger el material media hora antes. En esta actividad el reto es pintar una obra en pocas horas, lo que obliga a organizar muy bien el tiempo y no entretenerse más de la cuenta en detalles para que la obra pueda culminarse, comenta Riera. «Es un reto para los participantes», añade. Algunos pintan desde Can Portmany (al comienzo de la mañana parece que podría llover) y otros se desperdigan por el pueblo. Varios pintan delante de la iglesia, por ejemplo.

Hay tres categorías: Infantil (hasta 12 años), Juvenil (entre 12 y 18) y Adulta (de 18 en adelante). A los inscritos se les ha propuesto la frase ‘Sant Rafel des dels teus ulls’, y a partir de ahí pintan lo que cada uno elija. Los premiados se conocerán hoy.

VÍDEO | Mercado de artesanía en las festes de Sant Rafel

T.Escandell

«No hay un perfil exacto entre los participantes, es bastante variado. Hay gente aficionada que está comenzando, gente que lleva bastante tiempo pintando y alguno más profesional», explica Riera. Además, hay varios galardones para las mejores ilustraciones: «Hay varios premios. El jurado profesional premia con un vale de compra de material de pintura, y aparte hay un premio, entre las tres categorías, que lo deciden las entidades del pueblo». En este caso, la obra del ganador o ganadora será la portada del programa de las fiestas del año que viene. La de este año es una ilustración de Toni Marí ‘Tirurit’ de la iglesia y dos mujeres con la vestimenta tradicional de payesa.

Una de las participantes en la categoría Infantil es Daniela Roig, de 11 años: «Ya he participado otros años, me gusta mucho pintar. Haré una casa payesa, me la imagino y la pinto». «Lo ha mamado porque a mí también me encanta pintar. Desde pequeñita, con dos añitos, ya nos poníamos a pintar las dos juntas», explica su madre, Eva Noguera. De hecho, Daniela va a clases de pintura en Sant Antoni.

Madre e hija se encuentran en el estand habilitado para recaudar fondos para el viaje de estudios del alumnado de sexto de Primaria del CEIP Sant Rafel.

Por otro lado, Joan Riera, propietario de la finca Can Pou, explica que en los meses de verano exponen su material en el mercado de los jueves y que este domingo también han podido colaborar con esta edición especial: «Tenemos lechuga, pimientos, un poco de tomate, berenjena, calabaza, que ahora es el tiempo de venderla, y patata».

Javier Serra, de Ferreteria i Esmolats, comenta que esta es la segunda vez que participan como empresa en estas fiestas: «Nos dedicamos a la ferretería en general y también al afilado de herramientas de carpintería y al mantenimiento de máquinas de jardinería».

Comenta que sería bueno continuar viniendo a esta cita los próximos años y que lo importante es fer poble, una frase que Serra resalta varias veces.

Al mediodía de este domingo de último día de puente se celebra, con un ambiente festivo, la gran paella popular en la carpa. Por la tarde se celebró en el pueblo un partido de fútbol de Copa Regional entre el CF Sant Rafel y AE Santa Gertrudis, y enmarcado también en el Trofeu Festes de Sant Rafel. Los rafelers ganaron 2-1.

El público de la feria

A la Fira Artesanal i Rural acuden ibicencos y extranjeros residentes en la isla

Pamela Ciapponi y Alessandro Baldi son de Suiza y viven en Sant Rafel. Este domingo acuden por primera vez a esta cita para dar un paseo con sus hijos. Les recomendó venir su vecina, Maria Costa. De fondo se escucha en todo momento la música de Vermut a 45 rpm, con una pinchada de vinilos en directo en la zona de la carpa.

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