Tomatina

Buñol se tiñe de rojo con la Tomatina

Más de 20.000 personas han participado en la batalla más internacional en la que se han utilizado más de 150.000 kilos de tomate

Buñol se tiñe de rojo con la Tomatina

ZHANZHI CHEN

Juan Rubio

Minutos después de dar las 12 se lanzaba el primer tomate en Buñol. A partir de ese instante, empezó “una guerra” que tiñó rápidamente a todas las calles del recorrido de ese característico color rojo propio de la hortaliza. Con el tomate como principal arma, millares de personas con el único objetivo de disfrutar hicieron honor a esta tradicional fiesta que este año celebraba su 76 edición con la misma ilusión con la que empezó.

Como es habitual, las cifras de la Tomatina no han defraudado. Más de 20.000 personas tomaron el centro de la localidad para lanzar los 150.000 kilos de tomate que habían preparadas. En apenas una hora de duración, los asistentes arrojaban los tomates distribuidos en seis camiones creando una batalla campal que derivó en un mar rojo y que impregnó toda la ciudad del característico olor del tomate. La gente saltaba, bailaba, cantaba mientras se revolcaba en la masa rojiza que quedaba en el suelo.

Antes de la ‘guerra’, la gente empezaba a concentrarse en las calles del recorrido preparándose para todo lo que estaba por venir. Con gafas de buceo o fundas para los móviles se intentaban proteger del lanzamiento de la hortaliza más comentada del día.

Del blanco nuclear, al rojo tomate

Aun así, hoy en Buñol nadie se ha salvado de salir manchado. La ropa de los asistentes, las calles, las casas e incluso los balcones han acabado empapados de zumo de tomate. Además, los vecinos de Buñol preparaban cubos de agua y mangueras para mojar a todos los asistentes a la fiesta. Además, la meteorología ha acompañado y ha regalado un sol radiante con el que acompañar el tomate y el agua.

En cuanto a los visitantes, nadie se ha querido perder este evento marcado para muchos en el calendario durante todo el año. Vecinos de la localidad, de zonas próximas, de otras partes de España o incluso de otros países han demostrado que la Tomatina es una fiesta local, pero que también logra alcanzar una dimensión internacional.

A la cita, también ha acudido el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, quien ha presenciado la batalla de tomatazos desde el balcón del ayuntamiento “contento y satisfecho”. De esta manera, Buñol se ha convertido en el centro del mundo durante el día de hoy con su particular fiesta del tomate. Sin duda, uno de los grandes atractivos turísticos de la Comunitat Valenciana.