Los océanos acumulan más 3,2 millones de toneladas de plásticos flotantes

La pandemia de plásticos en los océanos se expande con cada vez más virulencia. En estos momentos, según apunta un estudio publicado en la revista 'Nature Geoscience', hay más de 3,2 millones de toneladas de residuos plásticos flotando en los mares del mundo. La inmensa mayoría permanece en la superficie de las aguas en forma de microplásticos y residuos de gran tamaño que alteran los ecosistemas, afectan a los animales marinos y causan estragos en diferentes eslabones de la cadena trófica. Los expertos alertan de que el vertido y acumulación de estos desechos va a más y que está aumentando cerca de un 4% cada año. Esto equivaldría a medio millón de toneladas de basura que año tras año acaba en los océanos.

Estos son algunos de los datos que se desprenden de una nueva investigación liderada por la Universidad de Utrecht de Países Bajos donde, por un lado, se analiza la presencia y el movimiento de plástico en los océanos desde los años ochenta hasta el año 2020 y, por otro, se calcula la evolución y futuro de este fenómeno. Los análisis apuntan a que al menos la mitad de estos desechos provienen de la actividad pesquera y el resto son residuos arrastrados desde la costa y los ríos. En ambos casos, los registros corroboran que la contaminación que llega a los océanos es una consecuencia directa de las actividades humanas y de la mala gestión de los residuos generados por nuestra especie.

Solo un 10% de estos residuos se degrada en un plazo de dos años, el 90% restante resiste durante décadas

No solo preocupa la gran cantidad de plástico que se acumula en los mares. También preocupa, y mucho, su resistencia en el medio. Según explican los expertos que han elaborado este último análisis, tan solo un 10% de los plásticos vertidos se degrada y hunde en un plazo de dos años. El 90% restante permanece flotando en la superficie durante décadas en forma de residuos de más de 2,5 centímetros. "Estos datos indican que tardaremos mucho más tiempo en ver los efectos de las medidas que se están planteando para combatir los desechos en los océanos", comenta Mikael Kaandorp, uno de los expertos que han liderado esta investigación.

Islas de plástico

Esta última radiografía de la crisis de plástico en los océanos recoge información hasta el año 2020. Pero tal y como apuntan otros estudios, a partir de ese año la llegada de la pandemia de covid-19 multiplicó exponencialmente el volumen de residuos plásticos en el planeta. Durante al menos dos años, la gestión de la crisis sanitaria generó más de 1,6 millones de toneladas de residuos al día. Se estima que al menos 25.000 toneladas de estos desechos, entre los que destacan los productos de un solo uso como las mascarillas, ya han acabado vertidas en los océanos globales. Un estudio de la Universidad de Nanjing (China) y la de San Diego (Estados Unidos) también calcula que hacia finales de este siglo "casi todos los residuos plásticos asociados con la pandemia podrían haber acabado en el lecho marino o en las playas".

Según apuntan varios análisis, la presencia de plásticos en los océanos se ha multiplicado exponencialmente en los últimos veinte años, sobre todo a partir del 2005. En algunas zonas, las corrientes marinas han provocado una acumulación de desechos tan y tan grande que se han acabado formando unas grandes islas de plástico en medio del océano. En estos momentos se estima que existen al menos siete conglomerados de residuos de este tipo repartidos en siete mares del globo. El más grande se encuentra en medio del Pacífico, donde ya suma una extensión de 1,8 millones de kilómetros cuadrados y más de 80.000 trozos de plástico flotante.

Naciones Unidas ha cerrado ya varios acuerdos internacionales para frenar el vertido de plásticos en los océanos

La lucha contra la plaga del plástico marino ya se ha trasladado a los grandes foros de políticas internacionales. En marzo de 2022, Naciones Unidas aprobó el primer acuerdo internacional contra el plástico en el que 175 países, incluida España, se comprometían a trazar planes para reducir el impacto de este material en todo su ciclo de vida. En febrero de este año, ONU también dio el visto bueno a un nuevo tratado internacional para proteger a los océanos en el que, entre otros, se ha pactado crear un mecanismo para evaluar y reducir el impacto de la contaminación en los mares de todo el planeta.