La Policía Nacional ha arrestado a 124 personas en el puesto fronterizo del aeropuerto de Ibiza desde enero a octubre. El 84 por ciento del total de las detenciones (104) fueron por delitos de falsedad documental; 17 por reclamaciones judiciales (entre las que destaca la de un fugitivo israelí acusado en Reino Unido de abusar sexualmente durante tres años de su hijastra), una por tráfico de drogas, una por hurto y otra por resistencia a la autoridad. «Ibiza seguirá siendo una ruta de inmigración ilegal por sus conexiones aéreas con el Reino Unido. Es un mal europeo, por lo que debemos coordinarnos con las policías de otros países», sostiene el inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y máximo responsable de los puestos fronterizos del aeropuerto y el puerto, Alfonso Ares.

Reino Unido e Irlanda son los principales destinos de las personas que intentan viajar con documentación falsificada desde Ibiza , que se encuentra en la lista de inmigración clandestina, por lo que el CNP ha redoblado esfuerzos para evitar que la isla se consolide como una «ruta preferente» para las mafias internacionales dedicadas al tráfico ilegal de personas. De hecho, los arrestos por este delito superan a los del aeropuerto de Mallorca, Son Sant Joan, según explica el jefe de los puestos fronterizos. Aparte del de la isla, los de Madrid, Barcelona, Alicante y Málaga son los que registran un mayor número de detenciones por falsedades documentales.

Otra de las detenciones más mediáticas en el control de fronteras del aeropuerto fue la de Ghazaleh, una joven iraní que huyó de su país al estar amenazada de muerte por convertirse al cristianismo y aparecer en un vídeo sin hijab. La Policía Nacional la arrestó el 17 de agosto cuando intentaba viajar desde Ibiza a Manchester. Para evitar su repatriación, pidió asilo político. Precisamente de Irán y también Albania son la mayoría de los arrestados por falsedad documental en estos primeros meses del año. «Los albaneses pueden viajar a la Unión Europea sin visado, por lo que a los países miembros viajan con su documentación, pero para llegar a Reino Unido (que no suscribió el Acuerdo de Schengen) compran pasaportes falsos», explica el inspector y responsable del grupo operativo de Fronteras, José Neo Martínez. En total, 26 policías nacionales trabajan en el puesto fronterizo del aeropuerto.

Cuando los agentes tienen dudas sobre la documentación de un pasajero tras un control manual o si se detecta una incidencia a través del ABC System, el sistema automático de identificación instalado a finales del año pasado en el aeropuerto ibicenco, los agentes deben examinar el documento de identidad del viajero. Para ello, utilizan un analizador VSC, una herramienta que permite estudiar las tintas de un documento a través de luces ultravioletas e infrarrojas, y así compararlo con los pasaportes y documentos de identidad originales de todos los países. Si es necesario, también contactan con embajadas o consulados para esclarecer la situación. Si finalmente se detiene a un pasajero por falsedad documental o usurpación de identidad, la investigación la continúa la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales (Ucrif) de la comisaría.

Por último, Ares descarta que el aeropuerto de Ibiza sea una puerta de entrada ilegal a España. «La isla no es un sitio donde la gente quiera permanecer de forma ilegal, sino un lugar de tránsito», concluye el inspector jefe de la Policía Nacional de Ibiza.