Manel Mateu Babot (Barcelona 1935-Ibiza 2019) falleció ayer por la mañana en el Hospital Can Misses a consecuencia de una enfermedad. Mateu dirigió las riendas del municipio de Sant Antoni entre los años 1986 y 1987. Llegó de carambola. El 9 de mayo de 1986, el alcalde, Juan Vingut, presentó su «dimisión irrevocable» y Mateu, de Alianza Popular, le sustituyó tras la reñida votación que tuvo lugar durante el pleno celebrado el viernes 16 de mayo: los candidatos socialista (Marià Torres) y popular (Mateu) empataron a seis votos (cinco de su propio partido más uno que le cedieron los Independientes liderados por José Sala) y hubo tres en blanco (de los Independientes, de los que había cuatro ediles). El secretario de la corporación decidió que ganaba el candidato de la derecha porque su lista había sido la más votada en las elecciones de 1983 (logró dos centenares de papeletas más que el PSOE).

Desempeñó el cargo hasta junio de 1987, cuando se celebraron los comicios municipales, momento en el que decidió abandonar la política. No obstante, Mateu había entrado en política de la mano de la izquierda. Así, en las elecciones de 1979 encabezó la lista socialista al Ayuntamiento de Sant Antoni: de esa formación sólo salieron elegidos él y José Tur Costa.

Desalojado por la Policía

Mateu fue expulsado del PSOE en 1981, tras romper la disciplina de partido: tenía la intención de votar contra el proyecto de Estatut d'Autonomia de Balears. El 6 de noviembre de 1981, en un tenso pleno, fue expulsado por el alcalde, Vicent Marí Prats (UCD), que ordenó que fuera desalojado por agentes de la Policía Local. Mateu fue vitoreado a la salida por cientos de personas. En ese pleno ganó el sí al Estatut, pero debido a la ausencia forzada de Mateu y al voto de calidad del alcalde.

En 1983 se volvió a presentar al Consistorio, en esa ocasión en la lista de Alianza Popular. Trabajó de mecánico en varias empresas de la isla, entre ellas en la rotativa de La Prensa de Ibiza, donde era apreciado por su sentido del humor y amistoso trato con el resto de la plantilla.

Era aficionado al maquetismo, concretamente a construir barcos de época y luego introducirlos en botellas, una habilidad que demostró en varias exposiciones.

Una de sus dos hijas, Neus Mateu (la otra se llama Rosa), exdirectora insular de la Administración General del Estado, es actualmente concejala del Consistorio en las filas del PP: «Mi padre era la persona más importante y más luchadora que he conocido en mi vida. Murió de madrugada. Llevaba un par de años flojo, arrastraba muchas cosas».

«Lo que más añoraba ahora, todo este tiempo que estuvo malo, era su afición por las maquetas de barcos -añade Neus Mateu-. Lo llevé a vivir a mi casa, al lado del mar, y cada día me hablaba de montar allí su taller. Era su pasión. Eso y Ibiza. Amó tanto a esta isla que le dio acogida... Cuando llegó, se enamoró de esta tierra».

Neus recalca que su padre «creó la primera colla de ball pagès de Sant Antoni y luego el primer festival folclórico» del municipio: «Creo que a veces no se ha valorado todo lo que llegó a hacer».

José Sala, exalcalde de Sant Antoni, siempre le recordará «como una gran persona, un gran amigo y un buen alcalde». El voto de Sala fue crucial, precisamente, para que Mateu gobernara el municipio durante un año: «En esa época hizo un gran trabajo. Le ayudé en todo lo que pude y supe. Lamento mucho su fallecimiento». Sala subraya que bajo el mandato de Mateu se creó el festival folclórico de la localidad, «pues estaba muy implicado con el ball pagès».

El empresario Abel Matutes Juan calificó ayer a Mateu de «persona muy querida en el pueblo, muy digna y fiable». El exsenador subraya el papel que tuvo en la votación del Estatut: «La única discrepancia que había entonces, pero que era fundamental, era que no recogía la paridad, es decir, que el conjunto de las islas menores tuviera el mismo número de diputados que Mallorca. Manel Mateu estaba a favor de esa paridad, como yo». Matutes niega que instara a Mateu a fugarse del PSOE.

El actual alcalde, Marcos Serra, expresó a primeras horas de la mañana sus condolencias a su «compañera» de equipo de gobierno Neus Mateu y aseguró que el Consistorio rendirá a Manel «los honores que se merece» por haber sido su principal edil entre 1986 y 1987.

Marià Torres, el edil socialista que fue su rival para optar a la alcaldía en aquella reñida votación del pleno de 1986, siempre tuvo «muy buena relación» con Mateu, que además era su vecino. De aquel año de mandato y de su abrupta ruptura con el PSOE, asegura que nunca hablaron: «No tratamos nunca ese incidente. Cada cual sabía dónde estaba, aunque me daba pena lo que ocurrió». Torres asegura, no obstante, que Mateu «no fue quien mandó realmente durante aquel año».

El exconseller ibicenco de Cultura también recuerda que Mateu «estaba muy metido en la colla de Portmany», que luego «se deshizo para crear la de Brisas de Portmany y la de Can Bonet», si bien «ahora ha sido recuperada». Torres también hace constar «la enorme fuerza» que tenía: «Mucha gente con problemas de lumbago iba a su casa para que él, que era muy fuerte, les colocara la espalda».

Era «un manitas, muy habilidoso» a la hora de construir maquetas de barcos. Torres solía hablar con él «en innumerables ocasiones de embarcaciones medievales». De política, mejor no.