No es ni uno ni dos. En la isla es bastante habitual ver gallos y gallinas deambulando por los centros urbanos como si nada.

Esta mañana mismo, un lector de Diario de Ibiza ha fotografiado un gallo paseándose por el puerto de Ibiza, al parecer aprovechándose de la poca afluencia de gente que había a esa hora.

Y es que los animales tienen manías muy raras, casi tanto como los seres humanos. Basta recordar el cerdo que cada mañana a la hora de misa se cuela en el aparcamiento y los alrededores del convento de las monjas teresianas de es Cubells.