Vecinos de Sant Joan denunciaron ayer la peligrosidad que para turistas, residentes y todo tipo de excursionistas ha supuesto el bloqueo del tradicional camino que lleva al faro de Punta Grossa, detrás de sa Cala de Sant Vicent, como consecuencia de la construcción, hace unos años, de un chalet.

A causa de ello, el acceso a este lugar público de la costa debe realizarse a través de un «ridículo y estrecho sendero» con el que se llega al destino «sin fuerzas ni respiración», afirmó ayer un vecino a este periódico.

Otros usuarios denunciaron además el riesgo que para la seguridad de las personas entraña ese sendero, no recomendable para personas con vértigo y que, además, va deteriorándose año a año.

Por otra parte, una vecina de es Cubells denunció ayer a este periódico el inicio de obras de privatización del acceso a la pequeña playa que hay en la costa de sa Caixota, y a la que se accede a través de una escalera que desciende por el acantilado. Las obras consistieron en la instalación de una puerta metálica justo en el lugar donde empieza esta escalera, en la zona donde se halla la urbanización.

A los pocos minutos de iniciarse la instalación de esta puerta, los residentes de la zona denunciaron los hechos ante diversos organismos oficiales con competencias en la materia y ante la prensa, por lo que consideraron «una intolerable apropiación del espacio público», afirmó uno de ellos.

Retirada al poco rato

Apenas una hora después de haberse efectuado estas llamadas, los mismos trabajadores que estaban colocando la puerta procedieron a su desmantelamiento, de modo que por la tarde ya solo quedaba el marco de la misma.

Los denunciantes recordaron que esta playa es utilizada desde siempre por muchos vecinos y, además, es zona de dominio público a la que no puede prohibirse ni obstaculizar el libre acceso de las personas.