Al menos dos personas fueron detenidas ayer por presuntos delitos de explotación sexual, tráfico de personas y contra el derecho de los trabajadores en una operación que llevó a cabo en la isla la Unidad Central contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (Ucrif) del Cuerpo Nacional de Policía de la comisaría de Ibiza.

Las detenidas son dos mujeres, al parecer ambas de nacionalidad rumana, que fueron arrestadas tras un largo registro que los agentes llevaron a cabo en el club de alterne Red Zone, situado de la calle Galicia del barrio de ses Figueretes, una zona en la que hay varios prostíbulos.

Además de practicar dos detenciones, los agentes también se llevaron gran cantidad de documentación del interior del establecimiento.

Al parecer, el único registro que los agentes de la Ucrif realizaron ayer fue el de este local de ses Figueretes, si bien la semana pasada se llevó a cabo otra operación contra la explotación sexual que podría enmarcarse en la misma operación.

Los agentes irrumpieron en el local a primera hora de la mañana y estuvieron registrando el establecimiento hasta casi las dos la tarde. A esa hora sacaron engrilletadas a las dos mujeres, que fueron conducidas a comisaría. Al mismo tiempo, los agentes precintaron el club de alterne.

Secreto del sumario

Al parecer, en la operación también participaron agentes llegados desde Palma. Tanto desde Mallorca como desde Ibiza el Cuerpo Nacional de Policía confirmó la operación, pero negó cualquier otra información, ya que por el momento esta operación, que está tutelada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Ibiza, se encuentra bajo secreto de sumario. De hecho, ayer, en el registro también estuvo presente una comisión judicial de este juzgado.

Un trabajador de un bar situado junto al club de alterne dijo que, a primera hora, los agentes emplearon dos perros, tal vez para buscar sustancias estupefacientes o dinero. «Los vecinos se quejan mucho del escándalo que se monta en este sitio, sobre todo a partir de las doce de la noche, que es cuando más clientela se acerca», explicó la trabajadora de una tienda de la calle Galicia. «Aquí [en la parte exterior del local] hacen y deshacen a su antojo, a veces han puesto incluso una pequeña terraza», protestó la mujer.

En los últimos años este local ha cambiado de responsables en varias ocasiones, explicó otro vecino del barrio de ses Figueretes.

«Aquí hay muchos prostíbulos, siempre los ha habido y la verdad es que por la noche se escucha ruido de borrachos que vienen a estos locales, así que ya es hora de que hagan algo», advirtió este vecino.