El empresario alemán afincado en Mallorca Matthias Kühn, residente estival en la vivienda de Tagomago, parece haber cambiado radicalmente su estrategia de enfrentamiento y agresiva relación con instituciones, vecinos y ecologistas. Así se desprende de las reuniones que está manteniendo la asesora legal de Kühn -que desde hace un tiempo resulta ser la exalcaldesa socialista de Calvià Margarita Nájera- con administraciones y entidades cívicas de las islas.

En estas reuniones, Nájera está asegurando que su cliente ha decidido iniciar una etapa de colaboración con la sociedad en general y como muestra de ello va a renunciar a la explotación del faro de Tagomago -un proyecto que preocupaba a los ecologistas- y, también, del quiosco de este islote, que tanta polémica ha generado en los últimos veranos. Esta última instalación permanece cerrada desde el verano pasado, a raíz de la decisión del Ayuntamiento de Santa Eulària de reclamar para sí su gestión ante Costas.

La exalcaldesa de Calvià y exconsellera del Govern de Francesc Antich está repartiendo a sus interlocutores un documento de seis páginas que propone gestionar Tagomago y la vecina torre de defensa de es Cap Roig (junto a Pou des Lleó) bajo la figura legal de custodia del territorio. El documento se titula «Configuración de la ´custodia del territorio´ para la mejora de la conservación del illot de Tagomago».

En su primer párrafo asegura que «existe una oportunidad de superación de la situación de conflicto complejo que se ha generado sobre el islote de Tagomago». «La propiedad desea normalizar las relaciones con las instituciones y entidades», señala en otro momento el estudio, que aboga por «alcanzar un clima de normalidad, confianza mutua y buena vecindad entre la propiedad y el conjunto de actores que han participado en estos conflictos».

El escrito afirma que las propuestas que vienen a continuación «han sido testadas con la conselleria de Medi Ambient del Govern balear y con el Consell de Ibiza», y también han sido comunicadas al Ayuntamiento de Santa Eulària.

En resumen, los asesores de Matthias Kühn defienden «el derecho de uso que [su cliente] tiene sobre la vivienda y su entorno en las mejores condiciones de privacidad y reserva», pero admiten e incluso anuncian que colaborarán activamente con la realización de actividades científicas, educativas y ecológicas de todo tipo para «conservar lo mejor posible los valores medioambientales de Tagomago».

Para ello, proponen, por ejemplo, la rehabilitación de la torre de defensa de es Cap Roig y la creación de una torre de avistamiento de aves junto con un centro de interpretación en esta zona. También incluye este documento «la posibilidad de visitas controladas y algún proceso de participación de las entidades locales». Todo ello sería supervisado por el Govern, el Consell y el Ayuntamiento, señala el documento.

Renuncia al quiosco

La propiedad y la Fundación Tagomago [que gestiona Kühn] se comprometen expresamente a «anular de manera definitiva el chiringuito y su actividad anexa». Aunque no aparece en el documento, cargos públicos que ya se han reunido con Nájera han confirmado a este diario que también han renunciado a explotar el faro.

Estas mismas fuentes apreciaron el «cambio de actitud» que demuestra esta propuesta, si bien admitieron que, «al venir de quien viene, y con los antecedentes de conflictividad que tiene esta persona, obliga a una cierta cautela».

El empresario sí quiere asegurarse el acceso al islote mediante helicóptero, motos acuáticas y embarcaciones, según el documento.

La novedosa iniciativa del controvertido empresario alemán se produce cuando el Ayuntamiento de Santa Eulària ha enviado ya al Govern una propuesta concreta para declarar el islote como Parque Natural y coincidiendo con el próximo juicio que se celebrará contra Kühn por posibles delitos de tipo mediambiental cometidos en el islote.

En cualquier caso, la conclusión extraída por los políticos que se han reunido con Nájera es que Kühn «quiere firmar la paz con las instituciones y la sociedad».