La rotura de la tubería procedente de la desaladora portátil de ses Eres, y que transporta el agua potable a Sant Jordi, obligó ayer a la compañía Aqualia a cortar el suministro a todos los domicilios de esta zona, lo que dejó sin servicio a unas 5.000 personas -1.050 viviendas- por espacio de casi seis horas, aunque en algunos casos el agua no había vuelto aún casi siete horas después, según comprobó este diario.
La rotura de esta canalización, situada muy cerca de la desaladora, se produjo por causas que se desconocen, pero provocó la pérdida de una gran cantidad de agua desalada. El ritmo de pérdidas fue calculado por el Ayuntamiento en cerca de 500 toneladas por día, aunque los operarios de Aqualia pudieron solventar el problema en cinco horas y media, según informó el Consistorio a primera hora de la tarde. No obstante, el corte de suministro -iniciado sobre las 11 de la mañana- continuó en algunos casos hasta casi las 18 horas, siete horas después.
Un portavoz del equipo de gobierno señaló que, gracias a la sectorización de la red de abastecimiento de agua realizada el pasado mes de octubre -con la instalación de contadores en cada sector- «se ha podido detectar la fuga de agua en menos de 24 horas».
La tubería afectada es independiente de la canalización general del núcleo urbano de Sant Jordi que en estos momentos está renovando el Ayuntamiento de Sant Josep.
El equipo de gobierno dijo desconocer las causas de la fuga, «pues se trata de una tubería antigua, pero no tanto como para romperse». Además, el tramo que sufrió la rotura se encuentra en el torrente de ses Eres, por lo que se descarta que fuera provocada por el paso de algún camión de gran tonelaje.
La avería constituye el enésimo percance relacionado con el suministro de agua que sufre Sant Jordi, lo cual provocó las quejas de numerosos vecinos. Uno de ellos, afirmó: «Un día nos dan agua que no es potable; al día siguiente, agua que es peor que la del mar, y al otro nos tienen durante días continuados sin presión suficiente». Este vecino, Rafael Torres, criticó además que el descuento que hace el Ayuntamiento en el recibo del agua por su mala calidad es ínfimo: «De un total de ciento y muchos euros, te descuentan 1,50 euros. Vamos, para reírse de uno en la cara», añadió.
