-¿Por qué cree que el TSJB ha tardado tres meses en nombrarle como juez sustituto del Juzgado de Violencia sobre la Mujer?

-La verdad es que no lo sé. Es un misterio. De todas formas yo estoy absolutamente convencido de que mi nombramiento ha venido provocado por la repercusión social que han tenido los problemas de este juzgado. Si no, seguramente no se hubiera hecho. De hecho, las peticiones que se hicieron para la sustitución son exactamente las mismas desde mayo hasta julio; la última sí la aceptó, las otras no.

-El TSJB insiste en que las dos primeras no estaban motivadas, pero el titular y juez decano, Juan Carlos Torres, la decana accidental, Martina Rodríguez, y la junta de jueces aseguran que en las tres se justificaba...

-Sí, sí, la motivación es la misma en todas. Lo que no es lo mismo es la respuesta del TSJB a las tres. A la primera fue una respuesta diciendo: ´Oiga, no está motivado´; a la segunda, algo así como: ´Oiga, no está motivado, ya se lo hemos dicho, no insistan más´, y la tercera venía a decir: ´Bueno, pues vista la carga de trabajo que hay y tal, pues sí´.

-El día de su incorporación usted mismo tildó de «disparate» el tiempo que ha pasado sin juez.

-Tres meses sin juez en cualquier juzgado es un disparate y concretamente en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer, por la sensibilidad y problemática que suponen los asuntos que se tramitan aquí.

-¿Qué ha supuesto esta situación para el trabajo que lleva a cabo el juzgado?

-Esto supone estar sin un juez que ejerza todas las funciones, no solo las que pueden hacer los de instrucción que tienen su guardia. El problema es que en Ibiza es mucho más complicado. Hay cuatro jueces de instrucción y en junio, julio, agosto y parte de septiembre la carga de trabajo de estos juzgados se duplica o más. Entonces, tienen que atender los asuntos de sus juzgados y, además, el de Violencia sobre la Mujer, que no solo lleva los asuntos penales más o menos urgentes, sino todos los asuntos civiles que se derivan de ellos.

-¿Qué ocurre con ellos?

-Quedan automáticamente parados. Los jueces de instrucción no pueden materialmente realizar todas esas funciones. Hemos funcionado así mucho tiempo, pero esta vez lamentablemente sucedieron hechos que destaparon esta problemática; hechos que no son responsabilidad del Juzgado de Violencia sobre la Mujer ni del funcionamiento más o menos deficitario por la situación en que se produce. Fueron derivados de otras cuestiones, pero lo cierto es que acaban sucediendo aquí y a raíz de esto se destapó la problemática que hay con las sustituciones, con todo eso.

-Se refiere a la muerte de Sara Calleja y a la no tramitación de las denuncias que presentó aquí.

-El juzgado no tiene en principio ninguna responsabilidad porque la primera denuncia, por lo que yo conozco, se tramitó aunque no llegó a inhibirse a León. Y en cuanto a la segunda, no sabemos qué hubiera pasado si se hubiera tramitado o no. Creo que es muy arriesgado o aventurado decir que la culpa de esto es porque no se tramitó; el problema venía de mucho antes. Pero es un asunto que no conozco más que los medios de comunicación. Cuando vine aquí este asunto ya estaba acabado y el juez titular ya hará lo que tenga que hacer.

-Pero en realidad ninguna denuncia se tramitó. Él ordenó dar traslado a la Fiscalía para luego inhibirse, pero el auto no llegó.

-Eso no lo sé. Yo sé lo que me han contado. No he visto el auto, no he visto las resoluciones, no he visto el expediente; yo no puedo pronunciarme sobre estos hechos.

-¿Pero cree que se debería investigar y se deberían depurar las responsabilidades en este caso?

-Y en todos; no en este caso, en todos. Siempre se deberían depurar responsabilidades por el mal funcionamiento de la justicia , aquí y en cualquier otro juzgado, por supuesto. Y fuesen de quien fuesen.

-Se ha dicho que la ausencia del juez titular ha supuesto demoras en la tramitación de las causas...

-En realidad de las causas civiles, que se paralizaron.

-¿Las causas penales se han tramitado?

-Las penales se siguen tramitando, pero se tramitan primero las urgentes, las que tienen detenidos, que son las de la guardia diaria ordinaria, que tienen preferencia. En las otras se hace lo que se puede.

-¿Pero hay un tiempo de tramitación normal? Porque en el caso de Sara Calleja fueron dos meses sin tramitar la primera denuncia.

-Aunque no sea urgente, esto no es normal. Y además, no pasa, o no pasa habitualmente. Esta vez no sé si ha habido más causas así, pero desde luego dos meses [de retraso] en cualquier juzgado siendo asuntos normales, no hablamos de macroprocesos, es tiempo más que suficiente, no para que se acabe, pero al menos para que se tramite y, desde luego, para que se inicie.

-Comentaba que las causas civiles se paralizaron. ¿A qué tipo de asuntos se refiere?

-Todos los que había pendientes: divorcios, separaciones, medidas cautelares, medidas provisionales...

-¿También la custodia de hijos?

-Sí.

-¿Y nada de esto es urgente porque no tiene carácter penal?

-Es que supone celebrar vistas y no hay tiempo material. Es más urgente, aunque parezca un poco duro, resolver sobre la situación de un detenido que está privado de libertad que sobre la custodia de unos menores que normalmente están más o menos arreglados.

-¿Ha encontrado gran volumen de asuntos civiles pendientes?

-No es un volumen ingente, pero sí hay. Por cuestión de plazos se están señalando para septiembre.

-¿Se han paralizado también los juicios de faltas?

-Es posible que se hayan paralizado los señalamientos de juicios pero por incompatibilidad de los jueces de instrucción, porque no hay más tiempo. Se hace lo más urgente y las faltas tramitadas, si llevaban dos meses esperando, pueden esperar dos semanas más.

-El Institut Balear de la Dona ha hecho un informe sobre la situación del juzgado y alertaba de que durante la baja del juez titular se han archivado muchos asuntos.

-Eso no es cierto. Se han archivado las denuncias que hay que archivar, como siempre. Sí es posible que se haya producido estadísticamente un aumento de estas diligencias porque se atrasan y de repente llega el juez: ´A ver, esto hay que archivarlo, esto hay que archivarlo´, pero no se ha archivado más de la cuenta. Quiero suponer que el IBD no quiere decir que los jueces que sustituyen al titular se dedican a archivar las causas porque es otro disparate. Además hay un régimen de recursos y los autos de sobreseimiento siempre están motivados; si alguien no está de acuerdo, sabe lo que tiene que hacer.

-También remarcan la lentitud en los procedimientos.

-Se hace lo que se puede. Tenemos un solo juzgado para Ibiza y Formentera, con un solo juez, un solo secretario y en este momento tres funcionarios. Vamos lo deprisa que podemos. Yo tardo una hora en hacer un auto de prisión, porque lo tengo que motivar. Y si tengo que hacer tres en un día, pierdo casi toda la mañana.

-¿Quiere decir que el volumen de casos hace necesario otro juzgado para violencia de género?

-No sé si haría falta otro juzgado, pero desde luego sí otro funcionamiento. Pero no de este juzgado; en general de todo. Las sustituciones de los jueces son un problema; el ministro Gallardón se inventó esta ley que se carga a los sustitutos. ¿Y qué ha pasado en Ibiza? Pues que a consecuencia de esto hay una sobrecarga de trabajo en los otros jueces. Además, a Ibiza nadie quiere venir porque ¿quién viene en agosto a sustituir a un juez 15 días si cuesta una habitación mil euros y 400 el viaje? Entonces los de instrucción tienen que suplir obligatoriamente a los que no están. Y el TSJB tampoco quiere nombrar a sustitutos amparándose en esta ley que yo creo que es interpretable.

-En 2004 se promulgó la actual Ley contra la Violencia de Género. ¿Están bien dotados los servicios que luchan contra ella?

-No, no.

-¿Qué falta?

-De todo. Peritos, psicólogos. Nos ayudaría muchísimo tener de todo esto. Los medios con los que cuentan los jugados de Violencia sobre la mujer, en general, y especialmente aquí en Ibiza son pocos.

-¿Y qué más haría falta concretamente aquí en la isla?

-De entrada, más personal.

-¿Pero porque ahora más de la mitad de la plantilla está de baja?

-Aunque no estén de baja. El Juzgado de Violencia sobre la Mujer está de guardia permanentemente; el fin de semana no porque la urgencia la atiende el de instrucción, pero solo decide sobre la situación personal y las medidas cautelares, que luego se ratifican aquí. El lunes tenemos los detenidos del lunes y los del fin de semana y a lo mejor te encuentras con cinco, seis, siete u ocho, y si cada uno [en referencia a los funcionarios] tiene un expediente es un poco más fácil. Pero además hay que tramitar asuntos civiles. Desde luego si hubiera otro juzgado sería maravilloso, pero es que si hubiera tres más de Instrucción, cuatro de Primera Instancia y otro Social, también. Y si encima pusieran otro en Formentera sería ya...

-¿Cree que hay voluntad real para luchar contra la violencia de género?

-Desde luego no hay una apuesta decidida para luchar de una forma dura. Porque la violencia sobre la mujer no se soluciona criminalizándola y mandándola al juzgado; esta es la última instancia. Tenemos que educar desde el principio para que no pase; está fallando la educación. No entiendo por qué la gente en general acepta que ´dos se pelean y, ya se sabe, se pegan´. O cuando dicen: ´A ver, ustedes se insultan mucho? Lo normal´. Y tú dices ¿qué es lo normal?

-Una experta comentaba que el problema es que la parte de la ley que se ha desarrollado es la punitiva y no la de prevención.

-Claro, es que esto necesita medios y medios significa sacar dinero de algún sitio. Y sacar dinero de algún sitio significa que alguien o algo tiene que quedarse sin. Y claro, los viajes en business ahí están.

-¿Un caso como el de Sara Calleja, que pide ayuda pero llega un momento en que no soporta el acoso y se quita la vida, muestra que el sistema no funciona?

-Evidentemente. Lo que pasa es que a lo mejor no ha funcionado en el caso de Sara Calleja pero en otros 8.000 sí. Hay que ver si funciona en casi todos los casos y alguno se escapa, con lo cual el sistema no es tan malo -no es óptimo pero no es tan malo-, o si este es uno de los 8.000 que no funcionan y alguno sí, con lo cual el sistema no funciona.

-Pero las mujeres siguen falleciendo...

-Siguen, pero es que el problema no es prohibirlo. No es coger a un señor y decirle: ´Lo meto en la cárcel´. Pues cuando salga, ya seguiré. El problema es por qué este señor llega a esto, por qué no se le explica que las mujeres no son objetos, no son cosas, no están allí para servirle y hacer lo que él quiere, que una mujer es como él o más lista, normalmente más listas, y esto es lo que supone estas agresiones.

-Y esto es educación. Pero no a los niños, también a los adultos.

-A todos. ¿Por qué no se hacen unas campañas en condiciones? No hacen falta anuncios diciendo ´la violencia de género mata´, ya lo sabemos, hay que hacer otras actuaciones. ¿Por qué no hay un sistema de asesoramiento al que las mujeres puedan preguntar?, ¿por qué la Seguridad Social no tiene un sistema de psicólogos? Hay muchísimas cosas por hacer. ¿Por qué no hay terapias gratuitas para que la gente vaya y le expliquen que todos son iguales?, ¿por qué se siguen haciendo anuncios sexistas? Hasta que todo esto no se cambie, seguirá habiendo violencia.