El ataque emprendido por el equipo de gobierno de Sant Antoni contra el secretario municipal de la Corporación desató ayer la sorpresa e indignación de los dos grupos de la oposición, PSOE-Pacte y Es Nou Partit. Ambos consideraron que la petición hecha al Govern para que abra un expediente a este funcionario constituye «un acto de venganza» por haber informado en contra de una licencia otorgada a un concejal del PP, Vicente Cabezas, que luego dimitió por este escándalo. Como consecuencia de esta actitud, «el equipo de gobierno se está cargando no solo la imagen del pueblo, sino también la del Ayuntamiento», señalaron.

El portavoz del PSOE-Pacte, Pep Marí, Marge, afirmó que el PP «quiere quitarse de en medio cualquier funcionario que no les haga caso» y calificó la petición de un expediente para el secretario, Joaquín Granero, de «cacicada digna de esta alcaldesa, a la que lo único que le interesa es pasarse la ley por el forro si le conviene».

El secretario, reiteró Marí, «solo cumplió con su obligación» cuando, después de emitir un informe favorable a la licencia de Cabezas «habiendo sido engañado por el equipo de gobierno, que le ocultó información», decidió incluir otro contrario al constatar que dicha licencia incumplía la ley.

Pep Marí criticó al PP por impulsar un expediente contra el secretario y, en cambio, no hacerlo contra el aparejador municipal, que fue quien avaló con su informe la licencia ilegal, a pesar de que dicho técnico está imputado en las diligencias penales que se siguen por el caso Cretu. De hecho, Marí asegura que el equipo de gobierno «esperó a que se fuera de vacaciones la arquitecta municipal» para que fuera su subordinado, el aparejador, el que emitiera informe favorable a la obra.

Además, el portavoz progresista señaló que el informe del secretario que ha provocado la actuación del equipo de gobierno «tiene la misma validez que los que redactaron en su momento Ángel Navarro [entonces secretario] y José María Roig Vich [asesor municipal] y que también rechazaron ese proyecto». Por ese motivo, «si quieren sancionar al secretario, también deben sancionarlos a ellos», añadió.

Marí indicó que su grupo ya había decidido dejar el tema de Vicente Cabezas al margen y aseguró que el concejal, en realidad, «es una víctima de todo esto». «Si todo es legal, ¿por qué está tan nervioso el PP?», se preguntó.

En todo caso, anunció que el PSOE-Pacte, si la alcaldesa sigue en su actitud, «no tendrá más remedio que entrar a investigar los permisos de Actividades otorgado a ese negocio», al sospechar que son también ilegales.

«Indignación» en Es Nou Partit

Por su parte, el portavoz de Es Nou Partit, Juanjo Ferrer, afirmó estar «bastante irritado, indignado y enfadado» por la actuación de la alcaldesa. «El secretario ocupa el cargo después de haber superado unas oposiciones. Está más preparado jurídicamente que el equipo de gobierno», constató Ferrer.

«La deslealtad la hicieron ellos cuando esperaron a que el arquitecto, que ya había informado negativamente sobre el mismo proyecto, no estuviera en Sant Antoni para que el aparejador hiciera un informe favorable», añadió el portavoz de Es Nou Partit.

Este concejal aseguró que, a causa de todo esto, «Sant Antoni tiene mala imagen». «El equipo de gobierno se está cargando no solo la imagen del pueblo, sino también la del Ayuntamiento».

Tras afirmar que ya le sorprendió que en el último pleno ordinario Pepita Gutiérrez volviera a sacar el asunto de esta licencia, añadió: «Están dándole más vueltas cuando es una cosa que ha quedado muy clara. Están perjudicando mucho más a nuestro ayuntamiento».

El secretario, Joaquín Granero, declinó ayer hacer comentarios al respecto a este periódico.

El dato

DENUNCIA

«Esperaron a que no estuviera el arquitecto municipal»

Tanto el PSOE-Pacte como Es Nou Partit aseguraron ayer que «la deslealtad la hizo el PP, pues esperó a que no estuviera en el Ayuntamiento el arquitecto municipal para que fuera el aparejador el que informara a favor de la obra». Este aparejador está imputado en un delito territorial.