­Agentes de la Guardia Civil han detenido a un policía local de Sant Josep como presunto autor del crimen de la mujer venezolana que fue encontrada degollada y golpeada en una casa abandonada situada cerca de la carretera de Sant Antoni a Santa Agnès, cerca de Cala Salada, informaron ayer fuentes del instituto armado, que detallaron que se le acusa de un delito de asesinato.

El arrestado, F. R. R., ibicenco de 45 años, convivía con la víctima y al parecer mantenía una relación sentimental con ella, aunque según indicó el hombre en su primera declaración ante la Guardia Civil, «no se hallaba muy consolidada». A pesar de que las citadas fuentes no lo detallaron, de existir dicha relación se trataría de un caso de violencia de género.

Según ha podido saber este diario, el móvil del asesinato pudieron ser desavenencias en la convivencia, si bien será la investigación la que deba aclarar las circunstancias del mismo.

El cuerpo sin vida de la víctima, María Karina Rosales Rivera, de 38 años, fue localizado por unos excursionistas alrededor de las 21 horas del pasado 13 de mayo en la citada vivienda, situada en una zona boscosa. Según fuentes próximas al caso, sería en este lugar donde se cometió el crimen.

La mujer, que según se informó entonces en el momento de ser hallada podía llevar varios días muerta, estaba semi desnuda y presentaba varios cortes en el cuello y dos fuertes golpes en la cabeza, además de otros signos de violencia que no han sido concretados.

En un primer momento, los guardias civiles que asumieron la investigación tuvieron que identificar a la víctima y a continuación trabajaron en aclarar los hechos, labor que, como se resaltó ayer en el comunicado de prensa, «ha obligado a multitud de gestiones y de comprobaciones» que les han supuesto «una gran carga de trabajo».

F. R. R. denunció la desparición

Fue precisamente el ahora detenido quien denunció la desaparición de la mujer. Habían iniciado una relación sentimental y residían «en las últimas fechas» en una casa de campo situada en la zona de Benimussa.

El hombre, a quien los investigadores tomaron declaración apenas dos días después de descubrir el cadáver, relató que había dejado a la mujer el viernes 11 de mayo en un bar de Ibiza, pues había quedado con unos amigos. Tras esto se perdió la pista de María Karina hasta el hallazgo de su cadáver, dos días más tarde.

Así, resalta la Guardia Civil en el comunicado, el hombre «prestó una amplia» declaración y facilitó datos que conducían «a una compleja investigación», colaborando en todo momento con los investigadores. «En algunos puntos de su declaración era impreciso y aportó datos que eran lógicos y en cierta manera coherentes», añadió. A continuación, se le puso en libertad mientras seguían las pesquisas.

Se da la circunstancia de que la víctima era muy asidua de las redes sociales, particularmente a Badoo y Facebook. Precisamente entre los vecinos de Sant Josep se comenta que F. R. R. y María Karina se conocieron a través de internet.

En los meses transcurridos desde que se cometió el crimen, se investigó a un gran número de personas que se relacionaban con la víctima en la red, siendo así muy amplio «el abanico de sospechosos».

Sin embargo, «en una detallada y rigurosa investigación de otros posibles autores y con diversos datos ya en su poder», los agentes encargados del caso determinaron que la versión de F. R. R. «incurría en falsos datos y circunstancias». Al parecer, el ahora detenido llegó a comentar información que no se había hecho pública.

Los agentes abrieron una línea de investigación relacionada con este hombre que, finalmente, condujo a concretar que había sido él el presunto autor del crimen, «obteniendo numerosas pruebas de ello», apunta el comunicado. Entre estas pruebas, se encontrarían restos de ADN en una piedra con la que supuestamente fue golpeada la mujer.

Una vez concretado todo esto, a las 13 horas de ayer, los agentes encargados del caso se desplazaron hasta la residencia de F. R. R. y le detuvieron.

Los investigadores sospechan que el móvil del crimen pudieron ser discusiones relacionadas con la convivencia, según fuentes próximas al caso, y no se descarta que F. R. R. supuestamente llevó a María Karina a la casa abandonada con la precisa intención de acabar con su vida.

La Guardia Civil informó ayer de que el detenido permanecerá bajo su custodia hasta el martes por la mañana, cuando está previsto que pase a disposición judicial y comparezca ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2, José Espinosa, que al parecer lleva el caso, aunque es el Juzgado de Instrucción número 1 el que se encontrará de guardia en esa fecha.

La víctima

María Karina, natural de Valencia, en Venezuela, había llegado a Ibiza unos meses antes de su fallecimiento. En las redes sociales se promocionaba como «maquilladora y miembro de la industria de la moda». Tenía incluso un canal en Youtube donde había colgado vídeos en los que detallaba su trabajo realizado en la isla.

La clave

EL ASESINATO

María Karina Rosales fue golpeada y degollada

El cuerpo sin vida de la víctima apareció en una casa abandonada situada en una zona boscosa. Presentaba dos fuertes golpes, varios cortes en el cuello y otros signos de violencia no concretados.