La abstención necesaria

En mayo de 2002, han pasado ya 21 años, los franceses se disponían a votar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Tras la monumental costalada que se había pegado el socialista Jospin en la primera vuelta, los candidatos eran Jacques Chirac, representante de la almidonada derecha francesa de toda la vida, y Jean-Marie Le Pen, que había logrado el hito histórico de llevar a la ultraderecha por primera vez a la última ronda. Para la izquierda la elección era entre susto o muerte y el partido socialista y varios más, por dignidad política y en defensa de la República y, en último término, de la propia democracia, pidieron el voto para Chirac. Eligieron susto y Chirac se llevó la victoria con más del 82% de los sufragios. Estoy seguro de que muchos socialistas piensan que nada les puede beneficiar más de cara a las elecciones generales del 23J que ver a un representante de Vox al frente de la conselleria de Educación del Govern balear, por ejemplo, pero no es así. Este no es momento de mirarse el ombligo y el mal nunca beneficia a nadie. La izquierda insular debe facilitar con su abstención la presidencia del Govern balear y la alcaldía de Sant Josep al PP con mayoría simple. Por el bien de todos.

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