Frenar la desigualdad

Miguel Ángel Riera

Miguel Ángel Riera

Casi tres años, increíble, ¡cómo pasa el tiempo! Hace casi tres años se inició algo que para nada era previsible para la vida de la mayoría de todos nosotros: una pandemia. Una pandemia que nos ha arrancado a tantas personas de nuestro lado, que paralizó todos nuestros proyectos, que impidió realizar tantos deseos.

Una pandemia que hizo que muchos se plantearan que, al salir de ella, todo sería diferente. Que no volverían a poner el acento de su vida en las cosas perecederas, que serían capaces de valorar más todo aquello que se estaba perdiendo y de lo que nos había aislado un virus: la familia, los amigos... Pero hemos vuelto, rápidamente, a la realidad. Todos esos deseos y todos esos propósitos han quedado en nada. La mayoría de nosotros hemos vuelto a una vida frenética, de prisas, de trabajo, una realidad social que provoca cada vez más desigualdades.

Este es el motivo por el que Manos Unidas, que el próximo domingo celebra su jornada de concienciación, nos propone poner nuestra atención en las desigualdades y hacer un esfuerzo para frenar la realidad que provoca tanta desigualdad en la Humanidad.

En nuestras islas la desigualdad pasa por la vivienda. Produce tanto dolor no tener un techo, un lugar donde vivir, para poder normalizar la vida de cualquier persona. Una vivienda digna lo es todo. Un lugar en el que estar empadronado. Un lugar que te ofrece la posibilidad de formar una familia. Un sitio que ofrece seguridad y amparo. El no tener vivienda provoca mucha desigualdad, sobre todo cuando sabemos que hay tanta vivienda vacía.

La desigualdad pasa por todas aquellas personas que desesperadamente buscan un lugar donde vivir y son víctimas de elevados precios impagables por una habitación o por cualquier cuchitril que le da la posibilidad de salir de la calle, pero que no le devuelve la dignidad que le ha arrancado la calle.

Manos Unidas pone una vez más el acento en la problemática que provoca la pobreza, no solo entre nosotros sino en la mayoría de los países más empobrecidos. En esto países la desigualdad no solo no les permite tener una vivienda, sino incluso no poder comer cada día. Está en tus manos frenar la desigualdad.

Suscríbete para seguir leyendo