El concejal zombi

Cada minuto que Xico Cardona es concejal de Sant Antoni aumenta el peso de la losa que amenaza con aplastar al equipo de gobierno. Creo que debe de verlo todo el mundo a excepción del alcalde, Marcos Serra. Incluso defendió al concejal -que se ha construido una vivienda ilegal y le añadió una piscina cuando ya debía ser consciente de que era ilegalizable- diciendo, más o menos, que todos los que no forman parte del gobierno, concejales y por extensión el resto de vecinos del municipio -el 99,9573% de la población según mis cálculos-, no tiene por qué cumplir la normativa urbanística. Seguro que Cardona es una bellísima persona, amigo de sus amigos y un pilar básico del ejecutivo municipal, pero en estos momentos es ya un concejal zombi y cuanto más tiempo tarde Serra en darse cuenta más grave será el daño. Primero porque estás ofreciendo a tus enemigos políticos, los de fuera y los de dentro, que siempre son los peores, una mejilla en la que abofetearte de forma constante. Y, lo que debería ser más importante en un municipio con un departamento de Urbanismo desastroso, porque si los responsables de hacer cumplir las reglas se las saltan, les estás comunicando a todos los ciudadanos que hay barra libre y que pueden pasárselas por el arco del triunfo.

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