Que un grupo de taxistas decidiera boicotear a la discoteca DC10 y dejarla sin servicio el pasado día 11; tuvieron que intervenir la Guardia Civil y la Policía Local para regular el tráfico y la salida de clientes del establecimiento. El Ayuntamiento de Sant Josep investiga los hechos, y recuerda que «desatender una petición de servicio es una falta muy grave». El Consistorio debe averiguar lo que pasó y sancionar a los responsables, que no deben olvidar que prestan un servicio público y que no pueden boicotear a nadie, ni a ningún establecimiento.

Que pasajeros borrachos sigan protagonizando incidentes que perjudican y perturban gravemente a otros viajeros. El último fue un británico ebrio que alertó falsamente de que había una bomba en el vuelo que iba de Eivissa a Newcastle, y hubo que desalojar el avión para inspeccionarlo. Los pasajeros borrachos no deberían poder subir a un avión porque son un serio riesgo para los demás.