La chirriante presencia de dos cargos políticos del Ayuntamiento de Eivissa ayer en la concentración animalista ante el juzgado con motivo de la declaración del acusado de entrar en el centro de protección animal de sa Coma y provocar daños en un incidente en el que murió una gata a manos de un perro, presuntamente azuzado por el detenido. Montse García, concejala de Medio Ambiente, y Alfonso Molina, primer teniente de alcalde, se plantaron ayer a la puerta del juzgado por este caso, pero no lo han hecho en ninguna otra ocasión, ni siquiera cuando pasa a disposición judicial algún acusado de matar a una persona. Curioso.

Que las administraciones controlen las salidas de árboles y plantas de la isla, a causa de la xylella, pero no las entradas de plantas ni de olivos, en cuyos troncos pueden ocultarse serpientes. Sorprende el coladero que sigue siendo el puerto de Eivissa porque, por si fuera poco, el Consell no está facultado para decomisar árboles con ofidios.