Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Piragüismo

Craviotto, el catalán de Gijón que quiere poner el broche de oro en Tokio

El palista busca una medalla en Tokio para igualar a Cal como español más laureado en unos Juegos Olímpicos

Saúl Craviotto.

"¿Ser abanderado de España en unos Juegos Olímpicos? Es un momento irrepetible y que queda grabado en la memoria de cualquier deportista. Él se lo merece”. Habla Herminio Menéndez, la leyenda asturiana de los Juegos Olímpicos: tres veces medallista y abanderado en Moscú 1980. Y habla sobre Saúl Craviotto –catalán de nacimiento y asturiano de adopción–, el piragüista que portará la bandera de España en los juegos de Tokio junto a la nadadora Mireia Belmonte. “Ya me puedo retirar tranquilo”, dijo el palista cuando conoció que él era el elegido. “Para un deportista como yo lo máximo es ir a los Juegos, sacar medalla y el techo es representar a tu país portando la bandera de España. Soy el hombre más feliz del mundo”, incidió. Craviotto afronta un momento clave. Un sueño.

Llega a la importante cita con 36 años y el hambre de ganar intacta. Los de Tokio serán sus cuartos Juegos Olímpicos y los idóneos para poner el broche (de oro) a una carrera por todo lo alto: dos oros (Pekín 2008 y Río de Janeiro 2016), una plata (Londres 2012) y un bronce (Río de Janeiro 2016). Si consigue al menos una medalla, igualará las cinco del palista David Cal. Ningún deportista español tiene más. Si consigue dos, le superará. Los que le conocen le ven capaz de hacer eso y más. Todavía no ve el fin a su carrera e incluso intentará llegar a París 2024.

“A Saúl le veo con la ilusión y las ganas de siempre. Ha trabajado mucho esta temporada y aunque por edad ya el año pasado podía llegar justo, me consta que ha entrenado muy fuerte y que está preparado para conseguir sus metas”, cree Menéndez. Dicen los cercanos a Craviotto que su concentración es máxima. Que volver con una medalla es una prioridad tras una etapa marcada por el covid que puso el planeta patas arriba e hizo sufrir a los deportistas. Craviotto, que es policía nacional en Gijón, se reincorporó a su puesto durante la peor parte de la pandemia y dejó de lado los entrenamientos.

“Hay que centrarse en la salud, que es lo importante”, dijo entonces. Tampoco lo ha pasado especialmente bien el piragüismo, pandemia aparte. La polémica del pasado marzo durante las clasificaciones tras las acusaciones de amaño por parte del expresidente de la Federación Española, Juan Román Mangas, respaldado por el piragüista Carlos Garrote, golpearon con fuerza en Trasona y provocaron un importante cisma que todavía se está solucionando. Dicen que Craviotto ni quiere oír hablar de eso. Se centra en la piragua y además tiene muy claro dónde apostar por todo. El piragüista competirá en K-4 500 metros y en K-1 200, aunque su prioridad es la primera modalidad. Marcus Cooper, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade serán los palistas que acompañen a Craviotto. “Forman un buen equipo y están preparados para dar alegrías. Saúl llega en un gran momento de su carrera”, comenta Herminio Menéndez, que explica lo que supone para un deportista estar en unos Juegos Olímpicos. “Tienen un aura especial porque son cada cuatro años. Un campeonato de Europa es anual. Pero sobre todo son diferentes por la visibilidad que le dan a los deportes minoritarios”.

Craviotto sabe bastante de visibilidad y en la actualidad bromea diciendo que es más conocido por haber ganado el popular concurso de televisión 'MasterChef' que por la piragua. Recientemente fue portada de la revista “Men’s Health”. Posó sin camiseta sujetando un remo pensando en su reto: volver con un oro.

Compartir el artículo

stats