Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Territori

El artista Abel Azcona: «Ahora necesito resolver cosas y no hacerme más daño»

En una clase magistral organizada en Ibiza por el festival Territori, el artista Abel Azcona hace un repaso a sus 20 años de carrera en la ‘performance’ y habla del momento en el que se encuentra actualmente y de sus nuevos proyectos

21

El artista Abel Azcona de una clase magistral en Ibiza Vicent Marí

Poder escuchar y ver en acción a Abel Azcona, uno de los artistas de performance españoles con más proyección internacional, «es un lujo» que no se puede tener al alcance de las manos todos los días y de eso son muy conscientes la decena de personas que se han apuntado al encuentro organizado hoy (por ayer) con él por el festival Territori en Hangar 8289, en Ibiza. Lo comenta, poco antes de comenzar la actividad, Martín Tamae, uno de los inscritos. Es un artista visual de Argentina afincado en Ibiza que hizo sus primeras experimentaciones con la performance en Buenos Aires y ahora quiere profundizar en la materia con «uno de los grandes maestros».

Entre el alumnado de esta clase magistral está también la poeta y performer ibicenca Jèssica Ferrer Escandell, una asidua del Festival Internacional de Arte de Performance de Ibiza, donde, por cierto, tuvo ocasión de participar en 2021 con la acción ‘Som aquí’. «La propuesta artística de Abel Azcona me parece muy interesante y este encuentro creo que es una muy buena ocasión para conocerle mejor», explica .

«Antes hacía 40 piezas al año, pero en los últimos tres he decidido bajar el ritmo y crear como máximo diez»

decoration

En el interior de Hangar 8289 ya está Azcona preparándose para su charla, que ha titulado ‘La performance como testimonio desde una visión autobiográfica y discursiva’. Aunque habla rápido y su intervención dura algo más de hora y media, no es fácil resumir una trayectoria artística tan intensa y prolífica como la suya. «Antes hacía 40 piezas al año, pero en los últimos tres he decidido bajar el ritmo y crear como máximo diez», apunta. Dentro de unos meses cumplirá dos décadas creando performances, aunque realmente en su obra están incluidos sus 35 años de vida, puesto que siempre ha trabajado desde su propia experiencia vital contando, unas veces de forma más explícita y otras menos, su propia historia personal, llena de dolor y traumas.

Se califica a sí mismo como «artista procesual», puesto que en su trabajo es más importante el proceso que el resultado final, y explica que es uno de los pocos creadores que toca todos los palos de la performance. Lo apunta antes de hacer un repaso a su biografía, empezando por su madre, mujer prostituida y heroinómana que lo abandonó en el hospital a los pocos días de tenerle, tras intentar primero abortar en tres ocasiones en Pamplona, su ciudad natal. Habla después de Manuel, la pareja sentimental de su madre, que asumió su paternidad antes de que fuera adoptado por la familia de la que lleva el apellido. Con él, dice, «llegó una odisea de maltratos físicos, abusos y la prostitución».

La clase magistral se celebró ayer entre las 10 y las 14 horas en Hangar 8289, en Ibiza. VICENT MARI

Destaca también un episodio clave en su vida, la primera vez que escuchó la palabra performance. Ocurrió con 16 años, después de su primer intento de suicidio grave, tras un mes ingresado en el psiquiátrico. Salió a la calle desnudo y paró el tráfico de la que entonces se llamaba avenida del Ejército de Pamplona sentándose en medio de la calzada con una silla y profiriendo gritos. Lo que para su psiquiatra fue un brote, para una de sus profesoras en la Escuela de Arte de Pamplona fue una acción performativa, que años después ha vuelto a reproducir ya como proyecto artístico en diferentes lugares, entre ellos, en la Rambla de Barcelona, donde acabó detenido.

A partir del suceso que le descubrió la performance, Azcona cuenta que empezó a profundizar en la materia y creó un colectivo de arte en acción con el que realizó durante los siguientes dos años cerca de 200 acciones. «Básicamente lo que hacíamos, yo y veinte personas más, era salir por Pamplona a liarla. Estábamos todos los días detenidos. Muchas de las cosas que entonces hicimos ahora nos las repetiría», reconoce.

‘Empatía y prostitución’

A los 18 años, relata, su familia adoptiva en Pamplona le echó de casa y vivió dos años en Madrid en la calle, ejerciendo la prostitución. De esta dura experiencia nació, dice, una de sus obras biográficas más importantes, ‘Empatía y prostitución’, que performatizó entre 2013 y 2014 en las ciudades de Bogotá, Madrid y Houston. Con ella le conoció una de las artistas de performance con más renombre, Marina Abramovic.

Lo que buscaba a través de esta «pieza de cuerpo presente» era establecer un vínculo con su madre biológica mediante la prostitución. El primer ciclo del proyecto fue gestado y realizado en Colombia, en la Galería Santa Fé de Bogotá, en 2013. Allí, a cambio de cien pesos colombianos, ofrecía su cuerpo desnudo a quien lo quisiera por tres minutos. «Al cuarto de hora de empezar ya había una cola de 200 personas. En las dos horas que duró la acción hubo seis encuentros con penetración y cinco de sexo oral», detalla.

‘Empatía y prostitución’ es una de sus obras fundamentales dentro de las sietes piezas de sexualidad explícita que tiene en su haber.

Se refiere después al último proyecto que realizó de contenido sexual, «una pieza de alter ego»: «Fue en Bogotá, en el barrio de Santa Fe, me hormoné y ejercí la prostitución durante dos meses como transexual, fue muy duro. A partir de 2014 decidí no hacer más acciones performativas de prostitución».

Habla entonces de ‘La savia’, otra creación con la que cerró el ciclo en torno a la figura materna y que comisarió Marina Abramovic en Amsterdam. En la performance consumía heroína exponiendo el cuerpo al público hasta que caía al suelo extenuado.

El año pasado Azcona decidió explorar también la figura de su padre a través, fundamentalmente, de dos acciones performativas, ‘Los padres’ y ‘Volver al padre’. Antes de ofrecer detalles sobre ellas, se refiere a ‘Expediente 09872’. En esta obra muestra de manera instalativa y documental su propio expediente de Bienestar Social, 128 páginas en que se recogen las experiencias traumáticas que vivió siendo un menor. Ese documento, que consiguió con veinte años, ha sido el detonante de muchas otras acciones.

Un artista muy polémico

Entre los numerosos proyectos artísticos del polémico y transgresor performer, hay decenas de piezas de carácter político y social. «La más crítica y la más denunciada», titulada ‘Amén o la pederastia’, la adquirió Tatxo Benet y forma parte de la colección permanente del Museo del Arte Prohibido, que se inaugurará en octubre en Barcelona. Está compuesta por doscientas cuarenta y dos hostias consagradas que forman la palabra ‘pederastia’. Ese proyecto levantó ampollas cuando, en 2015, se exhibió en Pamplona, donde centenares de personas salieron a la calle pidiendo la retirada de la exposición. Azcona fue, además, denunciado ante la justicia por este proyecto.

«Me han echado de siete países y tengo prohibida la entrada en nueve, incluido Israel»

decoration

No ha sido la única vez, como se puede comprobar contemplando su pieza instalativa ‘La Columna’, que mide ya tres metros. Esta obra la forman una pila de cientos de documentos originales de denuncias, querellas y recursos contra él por su trabajo, que toca otros temas peliagudos como la memoria histórica o el colonialismo. «Me han echado de siete países y tengo prohibida la entrada en nueve, incluido Israel», comenta. Añade otro dato significativo en referencia a la libertad de expresión: «España es uno de los países con más artistas judicializados y condenados por crear».

El performer hace mención, por otro lado, a su proyecto más inminente, el que se podrá ver a partir del próximo 28 de octubre en el Centro de Arte La Panera, en Lleida, titulado ‘Mis familias 1988-2024’. Supone «la despedida del padre y de la madre y aborda el concepto de la familia elegida».

Antes de concluir la charla y de poner en práctica con los alumnos de la clase magistral unos ejercicios de acercamiento a la performance, una de las asistentes le pregunta qué proyecto le ha transformado más. Él responde: «Todos me han ayudado mucho, pero de algunos he salido más jodido de lo que he entrado. Las piezas sobre sexualidad eran muy potentes, pero ahora necesito resolver cosas, curarme y no hacerme daño. Llevo veinte años en esto y ya me he violentado mucho».

Programa Territori para hoy, 24 de septiembre

  • 11.30 horas. Performance ‘6-3-23’, de Mariana Mazzarino, en la plaza de España de Sant Joan.
  • 12.30 horas. Performance ‘Umi no namida’, de Kaori Ishiara, en la plaza de la Iglesia de Sant Joan.
  • 17 horas. Performance ‘Specific site’ de Marina Barsy Janer x Isil Sol Vil. Embarcaderos de Port des Torrent.
  • 20 horas. Clausura Territori 2023 en Sky Bar OD Ibiza Marina Botafoc. Fiesta con invitación. 


Compartir el artículo

stats