Manuel Rodríguez Méndez (Valencia, 1972) no pinta por pintar, lo que hace es «buscar el cielo en la tierra», una misión en la que lleva enfrascado algo más de una década y que ha dado ya unos cuantos frutos pictóricos, como los que se podrán contemplar a partir de este viernes en el Club Diario de Ibiza. «El arte tiene que ser un transportador de conciencia, si no se queda en algo banal», reflexiona mientras prepara el montaje de su exposición, que se inaugurará el 22 de septiembre a las 19 horas. Se titula ‘Arborescencias’ porque la temática «discurre en torno al árbol en todas sus facetas de expresión vital».

Este motivo ha sido recurrente en su obra desde 2012, el porqué, lo explica él mismo: «Los árboles tienen muy claro qué es la conexión con lo supremo. Desde su quietud, se manifiestan ante nosotros como profundos meditadores, conectados con los cinco elementos: tierra, agua, fuego, aire y éter. No oponen resistencia a la vida, al contrario, la reverencian. Además, no existe competencia con sus semejantes sino que funcionan como una comunidad, se retroalimentan. Son un ejemplo muy importante de vida».

En algunos cuadros, el pintor da todo el protagonismo a las raíces para referirse «a su pasado, a los orígenes, a la germinación y a la tierra como matriz de todo ser vivo».

La copa, por otro lado, «es la expresión de la vida que evoluciona, que se despliega, que se abre al universo». «Lo que quiero reflejar es el cambio continuo, la efervescencia de la vida, la impermanencia, la transitoriedad, porque los árboles están en metamorfosis constante», explica.

El pintor valenciano con algunas de sus obras, antes del montaje definitivo de la muestra. Marcelo Sastre

Las pinturas de Rodríguez son muy gestuales y en algún caso, tienen, «a propósito», un toque más «ingenuo», como si las hubiera pintado un niño. «Para mí es muy importante captar la espontaneidad que tiene la naturaleza, no pretendo copiarla sino actuar como ella. El arte, en mi opinión, tiene que tener la apariencia de mero accidente, como ocurre con la vida misma», apunta.

Cada color en las pinturas expuestas en el Club Diario transmite una pulsión emotiva distinta: «Los azules, que abundan, son más acuosos, más etéreos, más celestiales, mientras que los rojos, más sanguíneos, transmiten al cuadro movimiento».

Desde el 'collage' a la tinta china

En total, ‘Arborescencias’ reúne cerca de una treintena de obras, buena parte de ellas creadas este mismo año por el artista valenciano, que vive en Ibiza desde 1995.

Los cuadros son de diferentes formatos y están elaborados con diversas técnicas, entre las que figuran óleo, acrílico, collage o tinta china, a la que ha recurrido, sobre todo, en los últimos trabajos, realizados sobre papel. «Antes de empezar pintar, en mi caso, el concepto tiene que estar muy claro, aunque en la ejecución el artista tiene que estar expuesto a la sorpresa», comenta sobre su método de trabajo.

Rodríguez, que también es profesor de pintura en diversos centros de la isla, lleva más de 30 años dedicado al arte. Fue alumno de la Escuela de Artesanos de Valencia, donde, señala, «estudió a Sorolla», uno de sus pintores favoritos. «Aquel artista que no es respetuoso con todo el bagaje histórico-cultural del arte pictórico está cojo», sentencia.

La inauguración de ‘Arborescencias’ contará con un atractivo añadido, la participación del músico Norberto Rodríguez, que actuará de las 19 a las 19.30 horas en el Club Diario. La muestra se podrá visitar hasta el próximo 6 de octubre, de lunes a viernes, de 19.30 a 21 horas (excepto festivos).