Ibiza instala el gálibo en sa Joveria: "Quieren inflarnos a multas para embargarnos las caravanas"

Los agentes de la Policía Local informan a las personas que continúan allí en infraviviendas de que en quince días se enfrentarán a multas por estar mal estacionados

El gálibo instalado en la entrada del acceso de sa Joveria

El gálibo instalado en la entrada del acceso de sa Joveria / DI

Trabajadores del Ayuntamiento de Ibiza han instalado hoy a mediodía, sobre las 12.30 horas, el gálibo que implica el desalojo de las caravanas asentadas en el interior del aparcamiento de sa Joveria.

Además, a partir de hoy, ningún vehículo de más de 2,10 metros de altura podrá acceder al céntrico parking de Vila.

"Yo he dejado como siempre mi furgoneta esta mañana aparcada al ir a rehabilitación y ahora no puedo salir", denuncia una mujer que acudía al Hospital Can Misses y que, al encontrarse con que no podía salir del aparcamiento, ha llamado a la Policía Local de Ibiza. Sin embargo a última hora de la tarde del martes seguía esperando a que acudieran a ayudarla. "¿Qué pasa? ¿que mi impuesto de circulación no vale lo mismo que el de un coche?", se pregunta esta afectada.

La instalación se ha llevado a cabo después de que se aplazara el pasado día 17 de mayo y, según explicó el Ayuntamiento, supone "una medida de reorganización de los aparcamientos disuasorios de la ciudad".

Dos agentes de la Policía Local de Ibiza en el parking de sa Joveria

Dos agentes de la Policía Local de Ibiza en el parking de sa Joveria / DI

Desalojo de los asentados

Las personas que viven en caravanas o autocaravanas en sa Joveria llevan una semana sobrecogidas por el momento de instalación del gálibo, ya que desde Vila les notificaron que todos aquellos vehículos que superaran la altura límite permitida serían retirados por la grúa municipal.

Durante la mañana de ayer, dos agentes de la Policía Local acudieron al aparcamiento para fotografiar todas las caravanas asentadas que quedaban y avisaron a sus ocupantes de que a los quince días desde la instalación, empezarán a poner denuncias.

"Quieren inflarnos a multas para, cuando no podamos ya pagarlas, embargarnos la caravana", especula Maria, que junto a su hija, se niega a moverse de lugar. "A mí, que me quiten mi casa, mi caravana, que arde Troya", expresa contundente.