El Ayuntamiento de Ibiza controlará con gálibos que solo los turismos puedan entrar en los ‘parkings’ disuasorios

Técnicos municipales estudian dónde podría acondicionarse un espacio específico para los vehículos de mayor altura

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Cartel de uno de los dos parkings disuasorios que hay en la calle des Cubells, en la ciudad de Ibiza.

Cartel de uno de los dos parkings disuasorios que hay en la calle des Cubells, en la ciudad de Ibiza. / Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

A lado y lado de la calle des Cubells, entre la comisaría de la Policía Nacional y los Multicines, hay dos parkings disuasorios de grandes dimensiones y su uso por parte de furgonetas, caravanas o cualquier otro vehículo que no sea un turismo, tiene los días contados. Se trata de dos enclaves en las afueras de la ciudad que cada mañana se llenan de vehículos de trabajadores que, una vez que han estacionado, van andando a sus puestos de trabajo en el centro de Vila. También los usan quienes bajan a la ciudad para visitar a familiares o realizar compras, así como vehículos de mayores dimensiones.

Turismos y un máximo de 15 días

Recientemente se han instalado dos pilares de hierro en la entrada ambas zonas de aparcamiento, justo al lado de las señales que indican que solo está autorizado a turismos (y con un estacionamiento máximo de quince días). El motivo, colocar en breves un gálibo que sirva para hacer efectiva esta restricción, tal y como confirmaron ayer desde el Ayuntamiento de Ibiza. A día de hoy todavía hay varias furgonetas, así como algunas caravanas y otros vehículos de grandes dimensiones que utilizan estos parkings con frecuencia.

«El viernes pasé por delante caminando, vi lo que habían instalado y que estaba preparado para montar el gálibo», cuenta un vecino de la zona que se muestra preocupado porque, además de un coche, utiliza una furgoneta por motivos laborales. «Con la falta de parking que tenemos en esta zona del barrio, ya no sé dónde meteremos nosotros la furgoneta. No es que vivamos dentro, es que es mi vehículo y necesito aparcarlo en alguna parte. Como yo, hay muchísima gente. Al darte una vuelta por el barrio a partir de la seis de la tarde, ves una cantidad importante de furgonetas de trabajo», añade en conversación con este diario. Subraya que estos aparcamientos son una opción óptima no solo para los vecinos de la zona, sino también para quienes lo tienen difícil para estacionar furgonetas y camionetas en el centro de la ciudad. «Si ahora nos cierran el paso mediante el gálibo, tenemos un problema», reitera. Asimismo, este vecino pide que se acondicione la entrada al parking de la parte alta de la calle des Cubells, de nombre Es Pou Sant 1. Actualmente presenta algunos baches. «Ya no está bien arreglado, y te puedes imaginar cómo estaba aquello los cuatro días que ha llovido...».

Un espacio para el resto de vehículos

Desde el Consistorio indican que «se habilitará un espacio para vehículos de mayor altura», aunque no confirman lugar ni fechas: «Los técnicos están barajando todas las opciones disponibles y por eso no se ha instalado el gálibo todavía, simplemente se han puesto los postes». «Habrá un momento en el que se notificará a todos los usuarios del parking, se pondrá un cartel para avisar y, posteriormente, cuando llegue el momento, también se hará el aviso de dónde pueden ir esos vehículos», aseguró este lunes un portavoz municipal. A su vez, recordó que la ordenación de los estacionamientos disuasorios estaba ya incluida en el programa electoral: «Se trata de ordenar un poco para favorecer la rotación y evitar que haya vehículos estacionados allí durante semanas o meses, porque también se va a limitar el tiempo máximo de estancia en estos parkings».

Tres robos

Por otro lado, este vecino ha interpuesto denuncias ante la Policía Nacional por hasta tres robos en el interior de su coche mientras este estaba estacionado en la calle de Sant Vicent de sa Cala. Al no dejar el dueño nada de valor dentro, nunca le han sustraído objetos destacados, pero nadie le quita los desperfectos materiales ocasionados para abrir el coche. «Buscan y remueven en la guantera para ver qué pueden sacar. Nos han quitado cosas como una chaqueta o un paquete de chicles, pero mientras tanto el vidrio ya te lo han roto. En las tres ocasiones ha sido rompiendo el cristal. Los tres robos están denunciados ante la Policía Nacional», relata.

Finalmente, explica que recientemente se han colocado piedras de grandes dimensiones a mitad de la calle Albarca que separan el asfaltado de la vía de un terreno sin urbanizar. «Hay gente que baja por esta calle en dirección contraria y, en muchas ocasiones, quienes vamos en la dirección que toca coincidimos con estos conductores en este punto en el que están las piedras, por lo que nos tenemos que detener», añade, «para que los otros puedan seguir la marcha». Y todo ello delante del colegio Mestral. Torres asegura que «se crea un embotellamiento que se acentúa durante los horarios de entrada y salida de los alumnos del centro».

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