El Ayuntamiento de Ibiza amplía horarios para bajar la basura y sube a 2.000 euros las multas leves

El equipo de gobierno de Vila lleva al pleno de este jueves una modificación de la ordenanza de residuos

Contempla un registro obligatorio de productores singulares, que deberán tener contenedores propios

Contenedores de basura en Ibiza.

Contenedores de basura en Ibiza. / Toni Escobar

Toni Escandell Tur

Toni Escandell Tur

«Estamos notando mejoras, pero todavía no estamos contentos con el resultado. Tenemos que conseguir mucha más calidad en la limpieza de esta ciudad». Así se expresó este lunes Jordi Grivé, concejal de Medio Ambiente y Limpieza y cuarto teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ibiza, acompañado por la técnica de Medio Ambiente Barbara Pohlkotte. Una comparecencia en la que anunció que llevará al pleno municipal del jueves una actualización de la ordenanza municipal de los servicios de recogida de residuos y [a continuación, una coletilla que se le añade al nombre] limpieza viaria.

Una modificación que incluye, entre otros aspectos, el registro obligatorio de productores singulares. «Un productor singular es aquel que [a causa de su actividad comercial] produce más de 200 litros [de residuos en masa] por día de cualquiera de las fracciones. Para no colapsar los contenedores, esta gente tendrá que tener contenedores propios», indicó Grivé.

El edil también señaló que se han reunido con vecinos y que, tras escuchar sus peticiones, han optado por ampliar el horario de recogida del orgánico y de la fracción de restos en invierno (hasta el 31 de marzo), que actualmente es desde las 20 hasta las 23 horas y que ahora comenzará a las seis de la tarde. «También nos hemos reunido con los comerciantes del casco histórico y, con la problemática que tienen de poco espacio, hemos aceptado que en verano puedan sacar tanto el orgánico como la fracción de restos hasta las dos de la madrugada», cuando ahora es hasta las 23 horas, añadió Grivé. De hecho, si hay una petición motivada de ampliación extra de horario por parte de establecimientos comerciales, «se estudiará y se hará un segundo informe», ya que «en casos puntuales» se podrá prolongar más dicho horario.

Ordenanza «obsoleta»

Con todo, Jordi Grivé subrayó que la ordenanza actual es del 2005, por lo que había quedado «totalmente obsoleta teniendo en cuenta las nuevas leyes, Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminado, y hemos añadido este apartado específico de limpieza viaria, que es donde centraremos el punto de atención para mantener limpia nuestra ciudad».

El nuevo texto también incluye como obligatorio tanto la re

cogida de los excrementos caninos como llevar una botella de agua para limpiar los orines de estas mascotas. «Estas cosas no estaban estipuladas. Había una ordenanza de Medio Ambiente, pero había un poco de caos. Ahora lo dejamos todo claro», añadió el concejal, quien manifestó que el objetivo es «contar con una normativa actualizada, más clara» y que «incluya las definiciones de las infracciones».

El concejal Jordi Grivé y la técnica Barbara Pohlkotte en la sala de prensa de Can Botino.

El concejal Jordi Grivé y la técnica Barbara Pohlkotte en la sala de prensa de Can Botino. / Toni Escandell Tur

Asimismo, incluye una actualización del régimen sancionador y de las infracciones: «Quedará muy claro qué no se puede hacer: no se pueden tirar chicles, dejar las bolsas fuera de los contenedores, no se puede tirar un papel, o no recoger los excrementos de los perros. También queda claro que hay que limpiar incluso la orina con una botella de agua y el producto correspondiente», un aspecto no tan asumido por la ciudadanía como la recogida de las deposiciones.

Con todo, las cuantías máximas sancionadoras de las infracciones leves pasan de los 600 a los 2.000 euros. A modo de ejemplo, infracciones leves son «dejar una bolsa de residuos en el suelo, fuera del contenedor, cosa que por desgracia vemos diariamente; ensuciar la vía pública, como cuando se tira una colilla al suelo; o incumplir el horario», destacó, por su parte, Barbara Pohlkotte. «Si el residuo, sobre todo el orgánico, está al sol durante el día, provoca malos olores que queremos evitar», agregó la técnica.

«Quedará muy claro qué no se puede hacer: no se pueden tirar chicles, dejar las bolsas fuera de los contenedores, no se puede tirar un papel, o no recoger los excrementos de los perros. También queda claro que hay que limpiar incluso la orina con una botella de agua y el producto correspondiente»

Jordi Grivé

— Concejal de Medio Ambiente y Limpieza

Hay cámaras de videovigilancia en algunas zonas de contenedores del municipio, y el concejal aseguró este lunes que sí funcionan como elemento disuasorio: «De hecho, en esos puntos dejan de producirse vertidos incontrolados y muchas veces se trasladan a otros sitios, por lo que es un incivismo premeditado». Así, explicó que poco a poco el Ayuntamiento va instalando más cámaras para poner coto a los infractores. «Ojalá no hiciesen falta, pero mientras haya estos comportamientos, pondremos las cámaras que haga falta». Actualmente en el municipio hay alrededor de 30: «No todas son de contenedores, algunas son de control policial. Las últimas para contenedores son unas 14-15 y continuaremos ampliando», aclaró.

Cas Mut, punto conflictivo

«Un punto muy conflictivo era Cas Mut. Con la instalación de la cámara, el problema se ha trasladado a los contenedores que hay más abajo, en la calle des Jondal, donde el viernes pusimos una cámara. Iremos detrás de este incivismo», insistió el concejal de Limpieza.

En abril se pondrá en marcha un equipo de diez agentes cívicos que velará por el cumplimiento de ordenanzas, sobre todo relacionadas con la limpieza. Realizarán un trabajo disuasorio e informativo en comercios, restaurantes y cafeterías, y podrán levantar actas sancionadoras.

Esta propuesta de Vila también prevé «una actualización de los residuos contemplados en el servicio de recogida municipal, lo que supone añadir los residuos domésticos peligrosos para garantizar que no contaminen otros flujos de residuos de competencia municipal como pilas y acumuladores; los RAEE (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos generados en el domicilio), fracción textil y aceite de cocina generado en domicilios privados».

«Esta ordenanza sirve para aclarar muy bien los conceptos de cómo el ciudadano ha de deshacerse de sus residuos (...) y tenemos que promover mucho la reutilización», dijo Grivé. Todo ello, haciendo hincapié en las famosas tres R: Reducir, Reutilizar y Reciclar. Una vez que la ordenanza se publique en el BOIB, entrará en vigor a los 15 días.