Las claves de la piedra seca de Ibiza, al alcance de todos

Joan ‘d’en Micolau’ imparte un taller gratuito de restauración de muros en la Festa de sa Sitja de Corona

Tras quince años trabajando en turismo, este rafaler cambió de vida para dedicarse por completo al campo

Josep Àngel Costa

Josep Àngel Costa

Ser testigo del progresivo deterioro del entorno rural atormentaba a Joan Ribas Ferrer, Joan d’en Micolau. Con su trabajo como chófer en el sector turístico contemplaba a diario, durante 15 años, «terrenos que se iban abandonado a ambos lados de la carretera». «Pensaba que era hora de ponerse a hacer algo y que debía encontrar el tiempo para dedicarme al campo», recuerda. Hace un año que cumplió su objetivo y no se arrepiente en absoluto.

Durante este fin de semana, Micolau es el responsable, por primera vez, de impartir el curso de restauración de pared de piedra seca que, desde 2018, se organiza dentro de la Festa de sa Sitja de Corona, en sa Rota d’en Coca. Su estreno como instructor este sábado cierra un círculo. Él mismo se especializó en estas técnicas gracias a los primeros talleres, subvencionados por el Consell, que ya forman parte inseparable de la fiesta de estos vecinos de Santa Agnès.

Este joven rafaler, de la vénda de Forca, desde siempre tuvo el instinto con el que ahora se gana la vida. «En casa siempre ha habido esportells (tramos de muro colapsados) y me ponía a reponerlos, aunque me limitaba a colocar una piedra encima de la otra». Las clases que años más tarde dirigió en Corona Vicent Marí Serra, Palermet, le dieron la confianza y conocimientos suficientes para lanzarse a una nueva aventura profesional.

«Ahora hay mucha demanda de paredadors, porque existen unas líneas de subvenciones para la restauración de paredes de piedra seca», apunta Micolau. Además, cabe tener en cuenta que esta sistema de construcción ancestral está protegida, y por lo tanto revalorizada, tras su declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por parte de la Unesco, en noviembre de 2018.

La técnica no esconde ninguna complicación, pero es indispensable pasar muchas horas de práctica hasta adquirir destreza. Una docena de personas conocen los pasos necearios en un tramo de pared colapsado en sa Rota d’en Coca, a los pies de la carretera que va de Santa Agnès a Sant Mateu.

Paso a paso

Se excava un poco de cimiento y se forma una base sólida y plana con piedras bien grandes. Se va levantando el muro con otras de menor tamaño, procurando que, en vez de formar columnas, se asienten, cada una de ellas, sobre otras dos rocas, como mínimo. Así, se sostienen por la propia gravedad, sin necesidad de argamasa.

"Mi bisabuelo restauraba las paredes cuando había luna llena para tener luz, porque por el día tenía otros trabajos en el campo"

Todas estas piedras intermedias deben encajar de manera compacta, «como un Tetris», evitando que bailen. Para ello, hay que «calzarlas» con reble (piedras de menor tamaño como relleno) o se pueden tallar para darles la forma adecuada. Cada paredador tiene su estilo y los hay que colocan las piedras planas, verticales o, como Micolau, inclinadas.

«Mi bisabuelo las ponía así y yo sigo su estilo, aunque apenas lo conocí. Él restauraba las paredes cuando había luna llena para tener luz, porque por el día tenía otros trabajos en el campo». Mientras que en Eivissa era una tarea de autosuficiencia, «en Mallorca sí que está mucho más consolidado el oficio de marger».

Finalmente, la parte superior del muro se remata con otra hilera de piedras grandes y compactas, con el peso suficiente para que no se desprendan si el ganado se sube. «Es muy importante que el muro permita el paso de agua, pero no de tierra», subraya.

Micolau transmite ilusión cuando detalla su trabajo. No oculta que vive en plenitud con su nueva dedicación. «Me llena mucho. El campo me apasiona y es muy agradecido pasar el día en sitios como este».

"Esta fiesta tiene mucho valor porque la gente ya no sabe cómo se preparaba el carbón o la cal"

Las ‘orelletes’

Como siempre, además de las exhibiciones folclóricas, la Festa de sa Sitja de Corona se completa con la divulgación de oficios tradicionales. En esta ocasión, entre varios artesanos, repite Pep Ribas, de Can Roques, elaborando cestos de esparto. «Esta fiesta tiene mucho valor porque la gente ya no sabe cómo se preparaba el carbón o la cal. En Sant Agustí, yo había conocido a gente que hacía sitges, pero jamás llegué a ver hornos de cal», apunta Ribas.

Agnès Boned prepara las 'orelletes'

Agnès Boned prepara las 'orelletes' / Marcelo Sastre

También destaca el puesto de hierbas medicinales de Joan Obrador, coautor con Josep Colonques del ‘Libro de campo de las plantas silvestres de Ibiza y Formentera’. Obrador presenta un concentrado de hipérico, «un potente antiviral y excelente para los herpes de labio». Ha logrado obtener este remedio secando plantas al sol, dentro de un recipiente hermético, hasta que rezuman su esencia.

Pero la gran novedad de este año es el taller gastronómico que imparte la joven coronera Agnès Boned, de 20 años, que acaba de finalizar los estudios de grado superior de Cocina. Para su primera sesión divulgativa, Boned enseña a elaborar orelletes.

«Llevo un par de meses elaborando recetas y la que más me ha gustado es la de Nieves Torres», confiesa, señalando a la persona que la ayuda en el taller. Estos son los ingredientes: harina, huevos, azúcar, manteca, esencias de limón y de anís, además de un chorrito de este licor.

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